Para entrar a vivir de Jaume Balagueró.

(Películas para no dormir II). Terror. P: 8/10.

Director: Jaume Balagueró.

Interpretes: Macarena Gómez, Nuria González, Adria Collado, Ruth Díaz, David Saldaña, Roberto Romero.

Música: Roque Baños, Mariano Martín.

Fotografía: Pablo Rosso.

Argumento: Mario recoge a Clara a la salida del hospital y avanzan bajo una lluvia torrencial para ir a ver un piso. Llevan tiempo viendo pisos, pues ella esta embarazada y desean un piso mas grande cuando tengan el niño. Esta vez los de la agencia han insistido en lo de una buena oportunidad. La primera impresión no es nada buena. El piso, como todos los de la zona, parece viejo, vacío, abandonado….con un montón de restos de maniquís tirados por las escaleras. Hay cortes de corriente. La vendedora de la agencia les tranquiliza, el ayuntamiento va a rehabilitar toda la zona. En unos meses de lujo. Ya hay dos familias que se han instalado.

Suben al tercero y entran. Nunca lo debieran haber hecho, la trampa se ha cerrado y comenzara la lucha por sobrevivir y escapar……

Comentario: Así como en “La habitación del niño” Alex deja de ser Alex y se transforma en un Jaume, aquí Jaume deja de ser Jaume para ser mas que nada un Alex pletórico y genial.

Hay dos partes en el film, una primera hecha de sueños premonitorios dentro de sueños que están dentro de otros sueños (aquí el montaje y ritmo hacen la pequeña obra de arte y dominio cinematográfico) y la segunda parte, ya sin sueños, brutal, quizás un poco pasada de gritos, estridencias y demasiado sanguinolenta. La cámara se mueve con desparpajo, con vida propia por un edificio que es un personaje más del film.

El guión un poco flojo, pero capta como una situación cotidiana-buscar piso-se transforma en una trampa que puede matarte o a algo peor.

Los actores discretos salvo la “mala-psicópata”, Nuria Gonzalez, lo mejor de la peli y el “hijo” (Roberto Romero), con el que hacen un homenaje (quizás sin saberlo) al personaje de “Las colinas tienen ojos”.

Sin hablar, crea un personaje cruel y terrible que da miedo solo de verlo.

La fotografía y ambientación soberbias, sombría, malsanas, contrastando con la luminosidad de las escenas de la vida pasada de los personajes.

Una frase: “El que no se ha escondido tiempo ha tenido”.

Un lujo para nuestra televisión. Y en plan cine, mejor que la mayoría de films españoles que pasan por las carteleras. Y Jaume, en un ejercicio soberbio y efectista sobresaliente.