Saturday, January 26, 2019

Me conmueven tus insultos...


Me conmueven tus insultos...

solos somos tu y yo, nada más,

cuatro paredes vacías, una puerta abierta,

una ventana recóndita y avinagrada.



El espejo refleja tu rostro crispado

(¿No dije que hay un espejo?...tonto de mi)

lanzando denuestos e imprecaciones.

Tu sombra amenaza con devorarme

avanzando sobre el suelo gris...



Vistes, como no, de rojo intenso y cruel

(El rojo es para matar o pecar.)

(Señora de rojo sobre fondo gris)

lanzas tus manos ansiosas por el aire

señalando diapasones y órganos,

rasgando espacios, arañando espectros,

dirigiendo vientos y tormentas.



Me conmueve tu violencia desatada

(Habrá que arrinconarla en la cama vacía)

como la de un niño que juega a ser guerrero

o la del marinero a la tormenta que lo hundirá

o a la de la madre que pelea por su bebe

con la mismísima sombra de la muerte.



El espejo presiente tu furia y se rompe.

Y tu rabia se multiplica por mil  soles,

tu violencia se verá mil veces traspasada

mientras los cristales se clavan en mis pies,

desarmado e inerte me desagarran la piel

y me vacio, lento y triste, en el desagüe del baño

(¿no dije que hay un baño?...tonto de mi)


Saturday, January 19, 2019

De un viejo movil criando telarañas...


Las dudas matan,

unas veces es ese falso amor,

otras derriban muros que pensamos sólidos,

abaten vigas y puentes sin cimientos...



Las dudas corroen el alma como agua el acero...

horadan como gusanos...

son dientes de lobo desgarrando, infectando...

insidiosas se meten bajo tu piel y minan...



Socavan todo. Derriban todo.

Nada está a salvo.

Un funeral de preguntas sin respuestas.

Son como gusarapos minando tu epidermis,



Asomando para reírse de ti y tus torpes esperanzas...

Torbellino de viejas emociones polvorientas y desnortadas,

mellados dientes de sierra oxidados

que                           te                                van                                   ahogando....

2013.

Friday, January 11, 2019

Cuando cierras una ventana, no se abre una puerta, no, que no, te pillas los dedos...


Cuando cierras una ventana, no se abre una puerta, no, que no, te pillas los dedos...

A veces, algunas veces, hasta pierdes una uña. Mira que duele, es algo asombroso como el dolor alcanza cotas diríamos exquisitas inolvidables. Los auténticos masoquistas lo saben muy bien por eso veréis que siempre son ellos los que se ofrecen para cerrar ventanas y ventanucos y claraboyas y demás...sobre todo si hay que subirse  a una escalera. El culmen de todo deseo, el sumun de toda aventura. Subirse a una escalera en precario equilibrio para cerrar una ventana de guillotina, poner los dedos sobre un ventanuco de forma ojival y ¡zas! oleada de dolor al pillarte los delicados dedos con un máximo brutal cuando haces fuerza para sacar la mano del aprieto en que se ha metido y la uña se pueda pegada a la madera; encima con el tirón, nunca lo hagáis, de verdad, nunca, te desequilibras olvidando dónde estás y ¡zasca! la escalera se tumba por un lado, se va deslizando por la pared, normalmente el más peligroso, mientras tú haces aspavientos y rezas al Santo Job (muchos se acuerdan por primera vez en muchos años del bueno de San José cuando debieran acordarse de San Julián, el patrón de los payasos) ...el golpe con el duro suelo es morrocotudo, ocasión que vale muy bien para experimentar la dureza del mismo aunque sea de tarima o similares. Si hay algún mueble debajo o en las cercanías te lo comes como está mandado, sin compasión, sin decoro, esquinas puntiagudas incluidas. Es evidente que ante un caso como estos pues hay que aportar un poco de sangre que escandaliza mucho y da un poco de asquito. Si hay un mínimo agujero pues te toca colarte por el con resultados aun mejores en cuanto a la cuenta hospitalaria, no pensemos en que más de una vez los bomberos han acudido al rescate del colado...cuando intervienen los bomberos es la monda lironda. Bueno, mejor paso a otra cosa.

Y ¿por qué cerrar una ventana? Lo primero es porque algún cabróncete la abrió antes y se largo echando leches, evidente, no hay que ser muy listo para saberlo. Lo segundo es que alguien de la cas te lo pide pues viene la noche o el frio o el viento o que la señora quiere disfrutar del espectáculo....

Ahora que lo pienso y me pregunto porque estos graves y estupendos accidentes se dan siempre en cerrando la susodichas y no  cuando se abren. Al abrir nada de nada, apenas un ligero problema si están las maderas un poco combadas, poco mas pero a la hora de tener TU que cerrarlas pues la biblia en verso...y el hospital en la esquina que te está esperando.

Me imagino a los dueños del piso al que vas programando el cierre de ventanas para los invitados informales y poderse regodear en roturas de crismas y uñas, en vez de contratar un grupo musical de tangos...y es que la malicia campa por sus anchas en este mundo actual y no tan moderno.


Friday, January 04, 2019

"Cuando se cierra un ventana, se abre una puerta."


"Cuando se cierra un ventana, se abre una puerta."

Casualidades, azar, el karma ¿quién sabe? La vida es una toma inconsciente de decisiones que nos llevan a un resultado u otro. No somos conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor ni de las pequeñas consecuencias unas veces favorables y otras, un tanto negativas, que se producen en el tiempo...

Todo empezó por unos pendiente que quiso Mara como uno de los muchos regalos de Reyes. Nada del otro mundo, al menos para mis gustos. Pendientes que vio conmigo haciendo la compra de la semana, por una vez que viene y a pedir. Unos pendientes de plata, con colgante lleno de piedrecitas brillantes de mil colores, cuarenta y cinco euros del ala. No es por el precio sino porque ya le teníamos los regalos de este año, un regalo más de este calibre y mi presupuestos a la mierda. Le encantaron, se le encendieron los ojos, casi se pone a dar saltitos en la calle dando palmadas como cuando era pequeñita...

Bueno, haciendo trizas mi corazón, ya ella en casa, me fui a por los dichosos pendiente. No estaban en el escaparate. Los acababan de vender. Me tire de los pelos, me quisieron ofrecer otros...la chica me dijo que probara en otra tienda, no muy lejos de allí, media hora andando, entre Cuatro Caminos y Estrecho. Para allí me fui pensando en que estaba haciendo la tonta, pero mi consciente me decía a seguir tía.

Cansada y cabreada conmigo misma entré en la tienda y pregunte por los pendientes dichosos. Nada, estaban agotados, los tuvieron pero...mi gozo en un pozo y para eso mas de media hora de caminata y tener que volver a casa con los pies reventados...

Por la noche me acorde de que si quería hacer los roscones de Reyes (los hago yo y me salen riquísimos, nada de esos prefabricados de pastelería, los míos los mejores y sin ningún atisbo de vergüenza lo digo, con la receta de la bisabuela mejorada un poco por mi abuela) me faltaba "el agua de azahar" y unas almendres crudas y fileteadas. Pues nada, a vestirse y a Mercadona, la ultima que abrieron, muy cerca de la plaza de Quevedo; allí me fui con mucha desgana y muchísima pereza, allí compre lo que me faltaba y para casa con la idea de hacer dichos roscones el sábado. Saliendo y caminando me pare súbitamente, mire un escaparate a mi izquierda de una muy pequeñita tienda de objetos de regalos y relojes, con una sección de bisutería y otra de plata. Allí estaban los "benditos" pendientes...quince euros...no me lo podía creer. Bueno, no me creía la suerte de encontrarlos así por las buenas y también por el precio de los mismos. No me lo pensé mas. Entré y los compré, cajita molona, paquete de regalo molón...¡quince euritos!...

Alegre, es que soy más que tonta, como una tonta con el regalo me marche casi dando saltitos; y digo "casi" porque mi rodilla no me permite esos excesos...