Sunday, August 31, 2014

Fieras en celo huyendo


Fieras en celo huyendo
del fuego purificador.
Las llamas se alzan al cielo
en busca de su salida,
detrás queda el negror
del grito agónico. Todo
pasa a ceniza renovada,
belleza triste del monte.
Las gentes con cubos de agua
muestran su desconcierto,
carreras sin sentido
y un grito en la garganta
olvidado por mucho tiempo
lucha por abrirse paso.
Es el tiempo del fuego.
¿Donde esconder un cadáver?
-Entre muchos cadáveres,
en el fondo marino,
en un cementerio,
en un campo de batalla,
en el edificio del congreso,
en el sótano de un teatro,
en el edificio municipal....

¿donde esconder un plato?
En una cocina junto
al resto de huesos calcinados
ya carcomidos por buitres
y extrañamente blanqueados
por el sol de la sabana.

Pero ¿donde me escondo yo?
siempre dentro de tu mirada,
atrapado en el papel insomne
de la maquina fotográfica,
en la cartera cerca de tu pecho,

Thursday, August 28, 2014

Grandes mujeres: Ellen Johnson Sirleaf


Ellen Johnson Sirleaf, presidenta de Liberia y la primera jefa de Estado del continente Africano,  desde que tomó el cargo en 2006 ha contribuido en asegurar la paz en Liberia, promoviendo el desarrollo económico y social y fortaleciendo la posición de las mujeres”. Recibio en Nobel de la paz en 2011 compartido con otras dos mujeres africanas por su lucha no violenta por los derechos de las mujeres.

Nacida en 1938, el 8 de noviembre de 2005, Ellen derrotó en las elecciones presidenciales al ex jugador de fútbol George Weah, convirtiéndose así en la actual presidenta de Liberia y primera de un país africano. Era el término del período de transición de más de dos años surgido del derrocamiento y exilio del dictador Charles Taylor cuando tomó posesión con un mandato sexenal y con una misión descomunal: reconstruir un país devastado, humana y materialmente, tras las dos guerras civiles que padeció entre 1989 y 2003. Su  “lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y por los derechos de las mujeres para participar plenamente en las tareas de pacificación” le llevó a ganar, el 7 de octubre de 2011, el Premio Nobel de la Paz, compartido con su compatriota Leymah Gbowee y con la yemení Tawakel Karman. Ha sido renombrada como ‘La dama de Hierro’ por su voluntad, carisma y determinación en conseguir un país fuerte.

Monday, August 25, 2014

Llegaron los dos contentos.


Cuando, ¡sorpresa! llegaron los dos contentos, juntos y felices entrando del brazo en la casa, rápidamente vinieron a mi cabeza tres cosas: la primera que no era la hora adecuada para que legaran de la casa en un día laborable; lo segundo era la peste que echaban, como de mil perfumes mal mezclado que me recordó al corto aquel de Mr. Bean en el que pasa por la sección de perfumería de unos grandes almacenes, arrastrándose por el suelo, claro; lo tercero, los rostro felices y satisfechos de Mara y su padre, mi Ed.

Mara corriendo se llego junto a mí y me endoso un gran beso en mi mejilla, largo y húmedo. Mi mente, con él y la sorpresa de esa afusión sin venir a cuento,  decía “Malo, malo, malo”.

Ed se tiro materialmente en el sofá sin sacarse la americana. Mi mente me seguía  diciendo “Malo, malo, malo”...

Les pregunte entonces que eras eso de los dos juntitos de regreso a esas horas, tan tarde, tan juntitos, tan de complot.

Mara empezó a contarme que llego a casa y que ya estaba su padre, y como ella no tenia deberes que hacer pues fueron a pasear y ver/oler perfumes (Mi mente, al oírla, me  seguía diciendo malo, malo, malo y por ahí venia ese olor). Probaron y probaron y encontraron uno muy juvenil para ella pues ya era una chica y los infantiles pues...que no le iban. Y su padre le compro, en esto sacó de la bolsa del corte, un frasco de perfume de Lacoste Pink.

Me dirigí a Ed en particular y le pregunte con la mirada qué era eso, como sin mí y porque en ese momento.

Ed, con cierta satisfacción empezó a explicarme que llego muy temprano, que llego ya Mara sin deberes y, aburridos, pues como Mara necesitaba una colonia. Mara interrumpió aquí y comenzó a explicar que yo tenía que olerla era delicioso, joven, fresca, lo ideal para una chica de trece años como ella. Que yo estaría contenta pero que era para ella y solo para ella.

Yo miraba a Ed como sonreirá contento escuchándola y viéndola feliz, yo lo miraba esperando que l acabase la historia. Así que no le quedo más remedio que terminar a pesar de Mara. (Mi mente decía no es malo, no es malo, escucha que será  peor).

Ed volvió a retomar el tema ante mi gesto, pues bueno, que Mara le comento la falta de colonia, que no le quedaba, que ya la había acabado,  y para que esperar y molestarme (a buenas horas me dan gusto y descanso....malo, malo, malo) y se fueron comprarle una colonia a la niña, algo juvenil pues ya no es una niña, nada de Barbie, Bratz o cosas así. Fueron al Corte donde visitaron todos los stand y olieron todas hasta que encontraron esta lo ideal, lo perfecto, un poco cara para lo que es, pero en fin...a la niña le encantó y se la compre.

Mi mente me seguía diciendo  que de malo nada, lo peor, de lo peor.

No dije nada, sonreí a los dos en comandita, me fui al cuarto de Mara y volví en un par de minutos. Los dos seguían en el salón, Mara abrazada a su santo padre. Me dirigí a Ed y le enseñe el frasco de la colonia que Mara usa, el Don Algodón clásico, perfecto para ella. ED sonrió ampliamente al ver el frasco y asintió con la cabeza como diciéndome que ya ves...

Saque el otro frasco, idéntico al primero y se lo enseñe, totalmente lleno. La sonrisa en su boca se corto en un microsegundo. Mara empezó a huir hacia su cuarto disimuladamente.

Le dije, ya con mi mejor sonrisa, que ya veía, pero que estaba bien la compra, sobre todo la intención y la confabulación entre los dos, que no me importaba, que no importaba  al contrario, me alegraba ese tarde que pasaron juntos pero, dirigiéndome a Mara, las mentiras se pagan hija, no se puede engañar....Me dejo con la palabra en la boca y diciéndole a Ed que era el mejor padre del mundo se fue al servicio con el frasco de colonia presumiendo.

Saturday, August 23, 2014

¡Ya es el colmo! Estoy harta...


¡Ya es el colmo! Estoy harta y me estoy hartando poco a poco más, a punto ya de explotar.

Lo primero fue la perdida extraña, como pocas, de la perdida de la tarjeta del móvil. Excusas vagas de la escuela, los amigos, nos qué y, zas, perdida de la tarjeta. Ya fui con ella a Vodafone y no se la pudieran hacer, la copia SIM por tener el terminal mal y se les bloqueaba con lo que nos emplazaron para unos días más tarde. Eso fue el sábado y, a partir de ahí, cabreo tras cabreo, enfado tras enfado. No habla de otra cosa, de su tarjeta, que esta sin tarjeta, que no tiene móvil, que no puede llamar, que no puede recibir llamadas, que si patatín, que si patatán. Todo un fin de semana así de negro y complicado, al tiempo. Todos los problemas del mundo en una tarjeta de móvil perdida por ella misma.

Claro, por la semana, esta pasada semana, primero son, por ese orden, merienda y trabajos de casa. No le queda tiempo y cuando queda libre pues ya no es hora de ir al comercio. Fue pasando el lunes y la martes cuando, no sé cómo ni el porqué aunque barrunto que fue a posta, a propósito, hecho a conciencia, el teléfono le dejo de funcionar. Por más que intentamos nada, está muerto. La batería también la probamos en otro y si va bien. Es el móvil. Kaput, muerto, roto como las barbies a las que, de pequeña, desnudaba, les quitaba las cabezas y los brazos y hacia un cajón con los restos de ellas.

Nuevo problema vital y de angustia. Ya no solo la tarjeta sino el móvil mismo y ya, a pelear con ella para hacer los deberes en vez de que se dedicase a mirar nuevos aparatos que, como es usual, los más caros, los más modernos, con la excusa en sus labios del siempre: “no voy a bajar de nivel, claro, sería una vergüenza”.

Así de tragedia fueron el miércoles, el jueves y, ¡Dios Santo!, el viernes. Un suplicio de semana con mi  niña, poseída por los demonios del consumismo, de  la apariencia, del querer y no poder, del ahora mismo, del “ya”. Nos hizo, a todos, la vida imposible.

Este sábado fuimos, aun estaban las tiendas cerradas a ver móviles y buscar su tarjeta. No hubo problema y, muy atenta y amble la chica, nos la dio y le aconsejo a la niña sobre el nuevo móvil pero, con sus puntos, todos pasaban del precio adecuado. Con cada precio y mi negativa más de morros, y el ceño se le hacía más grande.

De una a otra y terminamos en la mía, Movistar, con mis puntos. Resultado: me quede sin puntos, tuve que pagar 59 euros adicionales y firmar un compromiso de estar en esa compañías 12 meses como mínimo. Mara con su móvil y su tarjeta, yo con los compromisos.

Mara anda feliz descubriendo los nuevos programas del nuevo teléfono, paz al fin en la casa, yo cabreada, y como  siempre, al final, acabo perdiendo...

Thursday, August 21, 2014

Mara en clase. (Mara y la manzana).


Mara en clase. (Mara y la manzana).

Son casi las once de la mañana, es dia de clase en un martes cualquiera del mes de mayo, "conocimiento del medio", y Mara esta cansada, aburrida, acalorada (no han puesto en marcha  el aire acondicionado del aula) y hambrienta. El profe habla que te habla, habla monótonamente, sin parar, con su voz cansina y triste, lleva hablando sin parar más de media hora. Mara lo mira sin verlo, lo escucha sin oírlo. Le importa un pito todo esa monotonía de congreso, autonomías, cámaras, elecciones, independencia, capitalidad, monarquía, etc.... ¡Qué aburrimiento! A Mara le gustaría estar en la piscina: nadar, tirarse de cabeza al agua, bucear, hacer una bomba, una carrera con su padre que siempre le gana. Sobre todo nadar, nadar y nadar; por ella estaría todo el día en el agua, no le importa la temperatura del agua, solo dejarse abrazar por el liquido y deslizarse por el, entre el.
Y el profe, al fondo, no deja de hablar y hablar, no nota como ha adormecido a toda la clase. El parloteo va metiendo a Mara en un sopor que la hace bostezar primero y lagrimear después; los ojos se le quieren cerrar a su pesar.
 
Y el profe, en su mesa sobre la tarima, como un búho en la rama de un árbol, habla de sindicatos, derechos humanos, presidente, ministros, presidente autonómico, constitución del 78.... es en ese momento que, en una ráfaga de luz, MARA recuerda que tiene una jugosa manzana en la mochila envuelta en papel de aluminio.
Mira al profe que habla y habla y mira al suelo y mira al techo desconchado y pasa los ojos por unos alumnos dormidos.....con discreción alcanza la mochila, tiene la suerte que la cremallera esta abierta, coge la manzana y quita el papel de plástico que, extrañamente, casi no hace ruido. ¿Cómo morderla sin que el profe se dé cuenta?. Mara duda, piensa. En un primer momento tira el lápiz al suelo y, con gesto de resignación, se agacha a recogerlo al tiempo que le mete dos buenos bocados a la manzana. Mientras mastica se pone a mirar, cabeza baja, muy baja, el libro que tiene delante.
El profe en su mundo de palabras, casi ausente de la clase, se aturulla en la enumeración de todas las autonomías españolas pero, rápidamente, con un cierto gesto de orgullo, retoma el tema y se lanza a la separación de los tres poderes.......... ¿o eran cuatro?.
Mara disimuladamente empieza a toser quedamente, casi silenciosa. Con cada ataque de tos se aprieta el estomago, baja la cabeza y le mete un mordisco a la manzana.
Coge de la mochila los libros de mate, lengua, música, diccionario y plumier y los apila encima de la mesa, delante de ella, ocultándola parcialmente de la vista del profe, al tiempo que ataca la manzana cuyo jugo le chorrea un poco por la comisura de los labios.
"¡Mara trae aquí lo que tienes en la mano!"- le dice el profe, de pronto.
Mara, sorprendida, se levanta medio avergonzada, va hasta la tarima y le entrega lo que queda de la manzana: rabo y cañoto. El profe levanta el trofeo con la mano y, sorprendido al ver los restos, intenta enfadarse.
"Esta prohibido comer en clase. ¿Es que no lo sabes?"- brama el profe tratando inútilmente de contener la primera risa.
Mara no contesta. Esta avergonzada, tiene miedo al posible castigo y a la bronca del profe que, sin darse cuenta, aun enarbola los restos de manzana cogidos por el rabo con los dos dedos de la mano izquierda.
"Es culpa de usted, cuando hablo de la constitución me recordó la manzana"-se atreve a decir, en un hilo de voz Mara.
Los chicos de la clase oyendo la respuesta y viendo la ridícula situación rompen a carcajadas. Toda la clase a carcajada limpia, el profe con los restos del crimen en alto, aguantando la risa, y Mara mirando al suelo, negra y temiendo lo peor.
Suena el timbre del recreo, toda la clase se levanta corriendo y sale de la clase. Mara, en una rara inspiración, se camufla con todos ellos en un segundo y sale también.
Una clase vacía, un profesor de pie en la tarima, en su mano izquierda levantando el carozo de una manzana y.....muerto de risa.

Tuesday, August 19, 2014

Una mentirijilla.


Una mentirijilla.

Todo empezó con un suave y discreto rechazo hacia sus acercamientos. Ella siempre se alejaba, se ponía fuera de tiro. Todo lo que intentaba era lo mismo, fracaso tras fracaso. Y le dolía. Así que se ponía zalamero y la intentaba engatusar con mil vanas bromas o sacando el pecho como un donjuán  se lanzaba al ataque directo, a la entrepierna. Pero nada, todo era inútil. En todo aquel verano “na de na”. Los dolores de cabeza, el cansancio, el que no le apetecía, el que tenia sueño, el que día mas duro he tenido, déjalo para mañana cielo, cientos de excusas para no tener nada que ver ni físicamente ni sentimentalmente con el.

Creo que fue un día a finales de noviembre cuando, estaba ya anocheciendo, decidió ponerse a prepararle la cena ante la tardanza de ella en regresar a casa;  le salía muy bien la tortilla española, a ella le gustaba de forma especial esas patatas tan finas casi transparentes, el que estuviese jugosita por dentro bien acompañada de una ensalada de tomates bien aliñada. Al buscar los huevos encontró una extraña pomada en la nevera, medio escondida y debajo de trapos y papeles y envoltorios de chocolates vacios. El nombre le hizo sentir como algo malo, cuanto menos extraño, fue un aire frio que le nublo el cerebro y le hizo tiritar; cosa que ayudo la puerta de la nevera abierta y el aire frio escapándose a través de él. Estaba noqueado por las dudas, se quedo allí minutos enteros solamente sin poder pensar pero con un dolor sordo dentro del cuerpo que notaba lacerado, herido, golpeado. Notaba, oía los latidos del corazón como tambores en la selva llamando a la guerra contra el enemigo. Como un zombi busco un bolígrafo y un papel y copio el nombre. Dejó todo tal como estaba. Se noto hundido, se sintió viejo y pesado, lleno de negros presentimientos que se agolpaban en su mente, casi no podía respirar.

Más tarde, ya en la tranquilidad de la noche, ella dormitaba o hacia que dormía en la habitación común, entro en internet. Cientos de páginas que aparecieron de pronto en la pantalla le dijeron que era para un hongo del aparato genital. ¡Ella tenía hongos! Y eso, para el, era fuerte, muy fuerte. ¿Cómo podía tener hongos si llevaban más de un mes sin hacer nada? ¿Cómo podía estar enferma si el no lo estaba? ¿Estaría el enfermo de lo mismo?..¿Donde se cogen los hongos?..

Así fue como se entero de su traición, de su dejadez despectiva, de las mentiras y engaños y tristes excusas. Después vino lo del “microdiol” en el cuarto de baño, entre las “cosas” de ella. ¿Para que? Se pregunto, si habían decidido en una larga charla que o intentaban ir por el crio o, para que descansase, el preservativo. Al tiempo que iba encontrado esas cosas le asaltaban un sentimiento de culpabilidad por bucear en intimidades que no eran suyas, por desconfiar de la que una vez llamo “su razón de vivir”.

La verdad, llegando a ese punto ya todo le daba igual. Lo que de verdad le dolía es que siguiese jugando con el. Tenía a otro, pues vale, al monte por orégano. Pero que no se lo dijera, que siguiese mes tras mes  así no le gusto nada. Iba a planteárselo en serio cuando descubrió, por casualidad, una fotografía en la cámara digital. En la foto, estaba bellísima, resplandeciente, con un vestido rojo muy sugerente, de minifalda exagerada, peinada a lo loco y un collar con su nombre en oro resaltando el hueco entre sus dos hermosos pechos. Sus ojos brillaban como los luceros de las noches estrelladas. Casi se vuelve a enamorar de ella aun sabiendo que aquel collar nunca lo había visto,  nunca le había regalado aquel collar a pesar de su insistencia.

Cogió la cámara, se reconocía como un manazas en temas de informática y maquinas electrónicas, y busco la forma de ver todas las fotos que tenía en su memoria. Allí estaban una tras otra, allí estaban las decenas de fotos con su vestido rojo y el mismo collar, allí, en otra, sentada en las piernas de un hombre, o dándose un beso con el  mismo tipo.

Se quedó anonadado, recordando al personaje de Mortadelo y Filemon con esa palabreja, y sintiéndose imbécil. Días antes, recordó, estuvo insistiéndole en lo de comprar la casa, el futuro de los dos, el tirar el dinero del alquiler y todo eso. Y allí estaba morreándose con un tipo delante de una cámara de fotos mientra las manos del individuo le acariciaban lascivamente el muslo derecho, muy arriba y casi el pecho, gestos, preludios. ¿Cómo era tan estupida? Reviso en su cajón de la mesilla de noche encontrando otro tubo de lubrificante vaginal y la caja con  la receta y las medicinas para la infección.

Volvió a ver las fotos mil veces, perdió la noción del tiempo con la cámara en la mano mientras las iba pasando todas una a una, gruesos lagrimones caían por su cara, se la veía tan feliz que tuvo envidia de ella y deseo que fuera feliz. Le dejo una nota de despedida, hizo su pequeña maleta y se fue dejando sus llaves en la cómoda del recibidor.

No sabe si ha hecho bien, pero las opciones eran escasas. La primera quedarse y pelear por ella, la segunda irse como hizo. También había una tercera, que se fuera ella, echarla de la casa, que se fuera con su… ¿Amiguito? ¿Amante? ¿Novio?

No lo sabe aun ahora con el tiempo ya transcurrido, ya pasados varios meses las dudas siguen con el, lo atormentaran durante mucho tiempo. No ha rehecho su vida, sigue dando bandazos de aquí para allá, y sin saber, a posta, nada de ella y de cómo le va. Solo, alguna noche, en su catre de la pensión, saca la foto robada de su cartera y la mira a ella bella, hermosa, feliz, con su vestido minifalda rojo dejando ver todas sus piernas, con el collar con su nombre entre sus bellos y deseables pechos, con ese brillo de mujer enamorada en los grandes ojos como para comerse el mundo…

Sunday, August 17, 2014

Poemas y la lluvia.


Anoche oí la lluvia

Tras los cristales

Habrá huellas de pies

Camino del cementerio.

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En la noche oí la lluvia.

En las calles desiertas,

Anegadas en agua,

Flotan pequeños ataúdes blancos.

 
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Anoche, en la cama,

Escuche la lluvia en el tejado.

Repiqueteaba cantarina

Como las campanas del sacrosanto.

 
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Anoche, a la lumbre,

Con la escudilla y la sopa,

Oyendo la lejana lluvia

Borrando los colores.

Friday, August 15, 2014

Grandes mujeres: Isabel la mora Zaida


Isabel la mora Zaida

La princesa musulmana Zaida, hija del rey de Sevilla, casada con el rey Alfonso VI. Su historia parece de leyenda o de cuento oriental, no sólo porque fuera amada por el rey-emperador sino porque fue una mujer exquisita, culta, educada, inteligente y bellísima. Tuvo con el rey el único hijo varón de éste, Sancho III el Deseado, que heredaría el trono, quitándole la sucesión a sus hermanas mayores.

Zaida murió antes de que, en la desgraciada batalla de Uclés, desapareciera su jovencísimo y querido hijo.

Hija del rey poeta de Sevilla al-Mu’tamid y de la exquisita poetisa, Rumaykiyya. Nacida en 1070. Se educó, como una princesa amada, en la belleza y en la poesía, en el canto, en la danza y en la filosofía. Relacionada con la clase alta de la sociedad andalusí, con las mujeres más cultas y educadas de la corte.

A los doce años, Zayda sabe que estaba prometida con el rey castellano, aunque él está casado con una princesa cristiana procedente del sur de Francia, doña Inés de Aquitania. La princesa Zayda entra de lleno en esta política cuando su padre, el rey de Sevilla, proclamado unos años antes señor de Córdoba, necesita firmar acuerdos con el poderoso rey Alfonso VI de Castilla y León. Zayda fue enviada por su padre, como prometida en matrimonio acompañada por una cuantiosa dote en la que entraban grandes y poderosas plazas como Cuenca, Alarcos, Ocaña y otras. Era tan grande la dote matrimonial, que este hecho ha quedado en la fábula. Lo que no se sabe es si la princesa iba a cumplir la promesa de matrimonio o a pedir ayuda para su padre. Tarde llegó la ayuda del cristiano, porque el rey musulmán quedó prácticamente exiliado en su alcázar de Sevilla, resistiendo cuanto pudo el asedio del ejército de los africanos.

En Toledo se encuentran la inteligente princesa y el rey castellano. Su mujer, la joven reina Inés había muerto, pero ya tenía una nueva esposa. Zayda convivió con ella en la corte y, entrando en amores con el rey, al poco tiempo tuvieron el hijo.

Cuando llega la hora del nombramiento de este hijo como heredero, se celebra la boda entre la princesa Zayda y el rey Alfonso, hay que legalizar la sucesión del pequeño Sancho.

Zayda se convierte en la reina Helisabeth porque Isabel es el nombre que escogio en su bautizo. El rey exalta sus capacidades y la llama regina divina amantísimadilectísima.

Zayda muere muy joven, año 1100, un sobreparto. Zayda- Helisabeth será enterrada en Sahún y dos siglos más tarde sus restos se trasladarán a San Isidoro de León.

Wednesday, August 13, 2014

Se enfadó.


Se enfadó.

Se enfada siempre, por nada, por la mínima. Sin humor alguno, atravesada consigo misma y con la casa en la que vive y sus moradores.

Cualquier cosa hace que salte, la comida que no le gusta, un capricho que no se le consiente, la compra que no se le hace, la camiseta que busco toda la mañana y, al final, no la compra, los deberes que tiene que hacer, su habitación que tiene que ordenar, la escasa paga, el  móvil que ya tiene seis meses y esta caduco, el champú que no tiene camomila, los sofás viejos, la casa sin pintar, su habitación pequeña, la hora de llegada cuando sale con las amigas, sus muslos que son muy grandes...

Lo último, que quiere mechas en el pelo, que le demos el dinero para la peluquería para cortarse y ponérselas como no sé quien de no sé qué serie que ha visto en no sé qué revista juvenil y como no se lo he dado pues dos días sin casi hablarme, de moros. Claro que sabe que cuando tenga que ir me lo tendrá que decir de nuevo ¿Y entonces? ...

No saluda por las mañanas, nos ha negado el beso de llegada por la tarde, siempre con el gesto adusto y duro...inaguantable, para nosotros y para ella aunque aun no lo sepa. Y, al tiempo me rio de la situación, es ridícula pero... ¿Y esto es el comienzo de la adolescencia? ¡Que alguien nos coja confesados!

Eso sí, cuando  recibe una llamada de teléfono, amiga o amigo,  todo le cambia, le brillan los ojos, le adelgaza la voz estirada en el sofá se ríe, o , en otros momentos, se va rápida y veloz a su habitación con sus secretitos susurrados; en esos momentos se hace la feliz y alegre, extrovertida y simpática, la autentica Mara.

Cierra el móvil y vuelve a su disgusto existencial, a ser la presa encadenada de los padres, la victima que nadie entiende, la adolescente oprimida.

Vendrá, claro que vendrá, se tendrá que caer de ese pedestal en que se ponen como a todos nos ha pasado antes o después. Tendrá que acercarse y aceptarse a sí misma y moderarse y moldearse. Y allí estaré yo, como siempre, como todas las madres.

Sunday, August 10, 2014

Un incidente de perros.


Un incidente de perro, joven y viejo.

Por la tarde en un calle amplia, bajo un cielo azul y nada frio; un descanso entre temporal y temporal. Es una buena hora para sacar a los perros, con sus dueños pululando por todos lados y haciendo sus necesidades.

La joven,  no tan joven, unos treinta años,  bien vestida, elegante sin dar el cante, sin pasarse. Su perro un joven cocker, distraído y juguetón, nervioso, no para. Va con una señora oronda y un poco mayor, sudamericana parece, que lleva de la correa un perro payeiro y tranquilo, muy tranquilos, pachorrento y viejo.

En el cruce de una calle son rebasados por un señor mayor, que camina bastante rápido, ligero y con prisa. El cocker se suelta y se lanza contra la pierna de este señor, la  que está más cerca de su boca. Le clava en el pantalón las uñas y le muerde. La joven se da cuenta y tira de la correa haciendo que el perro le suelte.

-¿Ha visto lo que me ha hecho su perro?-le increpa el señor tocando la pierna y comprobando los destrozos del pantalón y viendo que ha había herida en la carne de la pierna.

-Yo no he visto que le ha hecho usted- contesta sorprendentemente la joven dueña del pero ante la mirada atónita del hombre y de amiga que la acompaña. Se le que las palabras le ponen  airado, furioso, increíblemente ofendido.

-¿Que le hecho algo a su perrooo? Esta usted loca- a esto alza la voz, se le van las neuras, se dirige directamente a la mujer que aguanta impertérrita mirando desde su altura que parece haber crecido varios centímetros- ¡yo a su puto pero! Hija de puta, cabrona, yo a su perro, sinvergüenza, gilipollas...

La joven no dice nada, a todo lo más le contesta ...” a usted”...se pone frenético, manotea enseñando el pantalón con las babas del perro y los rasguños de las uñas y los dientes..

-Es usted una imbécil, gilipollas, hija de puta, cabrona.....métase a su perro por el culo...imbécil

Se va, de pronto,  con grandes zancadas, y a quince metros e vuelve y vuelve a gritar: “Cabrona, antes de tener perro hay que saber tener la boca  y las bragas limpias, zorra, hija de puta...Seguro que en casa está con el perro suelto y sin bragas, sucia...”

Y así mascullando y tocando la pierna se pierde en la lejanía mientras la señora toda ofendida habla de forma despectiva con su compañera de paseo...

 

Thursday, August 07, 2014

Bajo la luna roja del otoño


Bajo la luna llena del otoño

la silueta recortada de dos amantes,

en medio del claro del bosque,

sus movimientos, sus ansias y gruñidos,

como dos no muertos devorándose...

Satisfecha su hambre el zombi se irguió

y aulló a la luna rojiza

rezumando sangre y vísceras

..............y trozos de carne

Monday, August 04, 2014

Grandes mujeres: Gabriela Mistral. (7/4/1889, 10/1/1957)


Gabriela Mistral. (7/4/1889, 10/1/1957)

Lucila Godoy, llamada Gabriela Mistral, escritora, diplomática, feminista y pedagoga chilena. Hija de un maestro rural, que abandonó el hogar a los tres años del nacimiento de Gabriela, la muchacha tuvo una niñez difícil.

 
A los 15 años publicó sus primeros versos en la prensa local, y empezó a estudiar para maestra. En 1906 se enamoró de un modesto empleado de ferrocarriles, Romelio Ureta, que se suicidó al poco tiempo. En 1910 obtuvo el título de maestra en Santiago, y cuatro años después se produjo su consagración poética en los juegos florales de la capital de Chile; los versos ganadores- Los sonetos de la muerte- pertenecen a su libro Desolación (1922). En 1925 dejó la enseñanza, y, tras actuar como representante de Chile en el Instituto de cooperación intelectual de la S.D.N., fue cónsul en Nápoles y en Lisboa. Colaboró decisivamente en la campaña electoral del Frente popular (1938), que llevó a la presidencia de la república a su amigo de juventud P. Aguirre Cerda.

En 1945 recibió el premio Nobel de literatura; viajó por todo el mundo, y en 1951 recogió en su país el premio nacional. En 1953 se le nombra Cónsul de Chile en Nueva York. Participa en la Asamblea de Las Naciones Unidas representando a Chile. El Gobierno de Chile le acuerda en 1956 una pensión especial por la Ley que se promulga en el mes de noviembre.

En1957, después de una larga enfermedad, muere el 10 de enero, en el Hospital General de Hempstead, en Nueva York. Sus restos reciben el homenaje del pueblo chileno, declarándose tres días de duelo oficial. Los funerales constituyen una apoteosis. Se le rinden homenajes en todo el Continente y en la mayoría de los países del mundo.

La obra poética de Gabriela Mistral surge del modernismo y el estilo de la Biblia. Sus temas predilectos fueron: la maternidad, el amor, la comunión con la naturaleza americana, la muerte como destino, y, por encima de todos, un extraño panteísmo religioso, que, no obstante, persiste en la utilización de las referencias concretas al cristianismo.

Sus libros fuero: Desolación, Libros Lecturas para mujeres destinadas a la enseñanza del lenguaje (1924); Ternura (1924), Canciones para niños; Tala (1938); Poemas de las madres (1950), y Lagar (1954). Póstumamente se recogieron su Epistolario (1957) y sus Recados contando a Chile (1957), originales prosas periodísticas, dispersas en publicaciones desde 1925.

Saturday, August 02, 2014

(Des) amistades…


(Des) amistades…

Estas solo en medio de la nada (muchos, muchísimos, más de los que se pueden contar, son legión…) y vives (eso crees), respiras, comes, bebes, cagas, orinas, hablas de vez en cuando (¿Con quien? ¿De quién?...). El tiempo pasa  como este otoño…

Un día se establece un conjunto de Boule aleatorio (¡ah! Las matemáticas de conjuntos y su nulidad) y aparecen gentes en tu entorno con cierta consecuencias (normalmente nefastas) en tu cotidianidad. Hay tres tipos de la mal llamada amistad.

El primer caso lo podemos denominar como el Petrismo o Petrista o también la negación (normalmente triple o de tres en tres). Te dejara tirado tres veces en el día que lo necesitas de verdad, cosa de costumbres e ilusiones.

El segundo tipo un poco mas guarro es el Tomista o Tomasista o también el que ahonda en la herida y se regodea en la sangre ajena, no necesariamente de forma literal. Te sentirás peor que un gusano después de sus acciónes… y yo me pregunto ahora y aquí qué culpa tiene los pobres gusanos en estas cosas, en fin sigamos.

El tercer tipo, el más sano y, al tiempo, más comprensible es el llamado Judaista o Judista o también denominado por los siglos de los siglos con el sobrenombre de “el vendedor”, al menos saca algo de situaciones y personas (el que seas tú el sufridor de sus actos de venta y comercio es pura casualidad, podríamos ser cualquiera de nosotros),  menos da una piedra y en tiempos de crisis ya se sabe al mejor postor aun que sea pocos.

Queda un elemento residual que son los “Pilatos”, o “Pilatistas”, que se lavan las manos o que tira la piedra y esconde la ídem o, mucho pero con consecuencias desastrosas,  señalan en tu dirección: Normalmente tiene “grandes y brillantes ideas” y cuando fracasas –TU (siempre tu) - en la misma ellos ni “MUUUUUU”.

¡Ah, bueno! Si tenéis razón, estos son casos de relación entre igualdad de sexos, la mal llamada amistad pura y dura (no nos pongamos ahora en plan porno, retiro lo de  dura…). En los otros caso se reducen a dos, si, es mucho más simple pero no por ello menos complejo.

Esta la Judithala o Juditara o por nombre más común y de uso vulgar, la que te jode…es decir la (el) que te camela, seduce y te destroza por fuera y por dentro, es el signo de nuestro tiempo, al menos te puede quedar el consuelo de los prolegómenos si es que has sido capaz de iniciarlos y acabarlos; eso sí, te queda una cara de tonto ya para siempre (como esos medicamentos que hay que tomar ya de por vida), pero de tonto-tonto-tonto que parece que tu cara coge vida propia y se va a dar ella sola una vuelta por ahí.

La segunda es peor (ya me preguntaréis amables lectores como puede ser algo peor después de leer el párrafo anterior), una maldición es lo que es, se denomina la Salomenita o Salomeniao también llamada “por encargo” o “si te he visto no me acuerdo”, en ella ni te camela, ni te seduce, ni hay, por supuesto, prolegómenos interesante o ….directamente por encargo, es decir un tercero, te jode, te fastidia y sirve tus restos en un plato de ensalada (porque en estos caso suelen ser muy ecologistas y además vegetarianos) en medio de tomate (mucho tomate), pepinos ( pero de buen tamaño, casi obsceno), ensalada (y vaya ensalada que se monto en torno de todo), cebolla (nos queda el consuelo de alguien que si lloro por ti aunque solo fuera por culpa de extraños compuestos químicos impronunciables que se producen al cortarla)

Entre estos dos hay una variante sabrosa denominada la Manzanita o Manzanica o Sidrica o vulgarmente “la has cagado infeliz”…mejor no meneallo pues los efluvios posteriores no merecen ser muy recordados eso si te queda una cara de pasmao que ya… ya, ni el amigo Munch fue capaz de expresarlo si bien se acerco mucho en el mal llamado “El grito”, y no con su verdadero sentido, el que el quedo al artista tras pasar por un trance similar, “El pasmo”…

Poco más hay salvo la idea salvadora de que la entropía funciona (o eso esperamos, hay que confiar en la ciencia), el caos engullira todo, todo, todo…