Transfigurando el tiempo
Cambiando las señales
Que se avecinan como tornados
Sobre nuestras cabezas.
Hay para todos: humo,
Duelo, insolencia y vaguedades.

He vuelto de mis vacaciones. Si. Mis vacaciones. Una semanita en Aguadulce, Almeria. Poco mas tendre este año y menos mal, no me quejare. Una buena oferta del Corte Ingles, una poblacion bien comunicada por tren y autobus y a pasar una semanita de playa, comida a mogollon, paseos romanticos y dormir arrullado por las olas del mar mediterraneo.
La primera fase fue llegar. Talgo a Almeria y, alli, en la mismisima estacion, autobus a la poblacion y doscientos metros andando, cuesta abajo, hasta el hotel. Buen Hotel, el Portomagno, cuatro estrellas, con piscinas exteriores, con piscina cubierta, spa (una sesion completo por persona y estancia), buen buffet para desayuno, comida y cena (adios buenos propositos), animacion por las noches que con los crios que por alli estaban era una delicia se apoderaban del escenario, se apoderaban de la piste de baile, se apoderaban del microfono contando chistes que nadie oia pero que se celebraban con aplausos.
La playa a pie del hotel, paseo por medio. Una mezcla de arena gris y piedrecitas, aceptable. Con escalon de entrada al agua que era todo un problema para salir; agua no muy fria los primeros dias pero el jueves, que desastre, yo creo que me congele y todo y eso que estoy acostumbrado al frio de las playas del atlantico. De entrada me meti en el quinto intento, no aguante dentro ni veinte minutos.
El paseo una delicia. Va desde el puerto deportivo, enorme para lo que esperaba y mucha animacion, hasta las obras que estan haciendo para su continuacion. Quedara de cine cuando lo abran todo, por ahora no llegara a Roquetas, una pena.
En la playa, todos los dias, los amigos comerciantes de siempre: el negrito con las blusas y vestidos de colores, el otro con los abalorios y gafas de moda, la mujer con collares y pulseras africanas, el chino con su masajes a diez euros...recorriendo arena y turistas. Al fondo unos trabajadores africanos, todo a mano, se afanan en montar las sombrillas de paja para el comienzo de la temporada estival. EL barco del ayuntamiento con su capitan al mando del timonel, todos los dias con su recorrido limpiando aguas, ya casi un amigo habitual. Los otros dos de la limpieza con su camion dando vueltas a la arena y limpiando de objetos varios, hay que preparar todo pues por la noche, ya se sabe, los jovenes hacen su churrascada y el botellon consiguiente y dejan todo....
Lo malo, lo confieso, una vez mas, fue la comida. Iba con la promesa, a mi mismo, de moderacion y control. Pero al ver esas mesas del buffett llenas, plenas de cosas no habituales, suculencia varias, delicatessen, y lo que es peor, al alcance de la mano y el plato pues... Ya os digo, iba con la idea de ensalada y un segundo en la comida; un plato solo en la cena...ni os cuento el resultado, no vale la pena, eso si probe de aqui, de alli y del otro lado....¡dos kilos en una semana!...
En fin, si podeis iros. Si teneis mas de 55 años aprovechar las ofertas de El Corte Ingles, todo un regalo, valen la pena, la atencion magnifica, el precio mejor, el resultado ya os lo digo dos kilos en una semana.
Seguiremos hablando de estas vacaciones...

Estaré fuera unos días, mientras tanto cuidar de estos sitios…
Necesito algo de paz y tranquilidad y que mejor que la cercanía del mar…
Dormir con su eterna canción al fondo…
Pasear entre barquichuelas y viejos marinos…
Recorrer calles estrechas y ya viejas, llenas de salitre…
Comer en fondas viejas y con olor a comidas pasadas…
Estar con gente que habla con otro acento y mira con otros ojos…
Pasarlo bien, tened cuidado con los sueños que se cuelan bajo el resquicio de las puertas…
Con mi cariño y estando en mis pensamientos…
Hasta la vuelta, será pronto…