EN LEJANAS
TIERRAS, SOLO,
ME ABANDONO EN
LOS FUEGOS
INSONMES DEL RECUERDO:
¡AÑORAR TRISTE
DEL MAR!
MUROS BLANCOS,
RECTOS,
CONDUCEN MI
MIRADA.
LABERINTO EN CAL
DE CALLEJAS
FLOREADAS,
DE PUERTAS DE
LABIOS ROJOS
Y VENTANAS DE
OJOS VERDES.
EN LO ALTO,
MINTIENDO,
ASOMAN LOS
GERANIOS.
CAMINOS QUE NOS
LLEVAN
A UN SOL SUBITO,
REGIO,
BRILLANTE, DE
ALAS DORADAS,
APLASTANDO CON
FUEGO
Y LUZ LA
PLAZA MAYOR:
SOMBRAS HUIDIZAS
SE MUEVEN
BAJO OSCUROS
SOPORTALES,
HILACHAS DE
HISTORIAS
DE CARNE
DERRETIDA.
CUATRO ESQUINAS,
CUATRO
CARICIAS LEVES,
UNA
BRISA DE ANGELES
LANGUIDOS,
UNA FARMACIA, DOS
BARES
SIEMPRE ABIERTOS,
UN
PERRO PALLEIRO
HUSMEANDO
RESTOS......
¡RESTOS DE MAR!
EN LOS BALCONES,
FLORES;
EN LAS VENTANAS,
REJAS;
EN LAS PUERTAS,
CORTINAS
BAILANDO EN EL
VIENTO;
EN LAS PAREDES,
CAL
Y FANTASIA
DE OLAS
ROMPIENDO EN
ARENALES.
Y OFRECEN
PARASOLES,
CUBRIENDO MESAS
GRISES
CON TAPETES A
CUADROS:
BANDERA BLANCA Y
ROJA,
POBRE Y TRISTE
CONSUELO
BAJO LA SOLANERA.
MUSICA DE TACONES
Y PALMAS,
RASGUEOS DE
GUITARRA
LEJANOS DEL
SUBSUELO
DEL SENTIMIENTO Y
PENA,
LLANTO DE MUJER
AMADA,
Y POR LA AMADA
MUJER.
QUEJIDOS,
AUSENCIA
EN RITMOS
DERRAMADA.
NEGRO PIZARRA
SOBRE
LA CABELLERA
GRIS,
APENAS COPOS DE
NIEVE,
DE LA ABUELA, EN
EL DINTEL,
CON SUS OJOS
GLAUCOS,
CON SU TEMBLOR DE
MANOS
ESTA ACARICIANDO
UN SUEÑO,
UN RECUERDO POR
TODOS
OLVIDADO; SIENTE,
OYE,
LA VOZ INMENSA
DEL ARBOL
COBIJO DE SUS
ANTEPASADOS.
NEGRA ROPA POR LOS MUERTOS,
NEGROS ZAPATOS
POR EL BARRO,
NEGRA SOMBRA DE
SILENCIO,
LA ORACION
SIEMPRE, SIEMPRE
EN SUS LABIOS AL
TIEMPO
QUE, EN SUS
MANOS, VUELAN
LAS CUENTAS DEL
ROSARIO.
¡AÑORAR TRISTE
DEL MAR
DEL VIEJO
MARINERO EN TIERRA!
