Martes 26 de diciembre del 2006

Me he levantado con desgana y con desgana me pongo, como todos los dias, a escribir en el blog. Quizas el libro actual que no me llena como debiera, quizas el ambiente navideño que me afecta, quiza los dos capitulos de Expediente X que vi anoche (de la sexta temporada- tengo un retraso grande con los dvd que van saliendo en el quiosco-). Quiza la preocupacion con la situacion actual y ver que gente logica solo hay unos pocos, ¡faltan filosofos en esta sociedad cada vez mas extraña!. Los que hay dormitando en catedras universitarias o perseguidos, y muertos de hambre, por grupos que los consideran una amenaza,lo mismo que en la grecia muriente.
Por ejemplo, ¿porque se habla tan poco de la muerte, su sentido, su significado, su funcion ultima?. ¿porque se hace huir a la gente de las cuestiones importantes y se les condena a-como si no hubiera otras cosas-: cine, television, futbol y sexo?. ¡Tambien hay baloncesto, teatro, ternura, caridad bien entendida!.
Tambien hay libros comprometidos con el hombre y, lo mejor, bien escritos, honestamente bien escritos, de los que salen del alma y el cerebro de forma universal.
Tambien hay musica alegre, vibrante, solidaria, necesitada de una moneda, en la calle por donde vamos a la compra, en el parque donde vamos a respirar un poco de aire fresco, en la puerta del super o bajo el soportal de una casa resguardandose de la lluvia.
Tambien hay filosofos limpiando portales y escaleras, buscando, al tiempo, la secuencia ultima de la union entre creacionismo y el big ban, entregandose a buscar un sentido vital a la lejia barata y los trapos baratos del lidl.
Tambien hay niños en clase de matematicas soñando que estan en el parque, jugando a crecer y hacerse mayores antes de tiempo, agredidos por las sombras relativistas del todo vale, de los viejos exhibicionistas al amparo de la sombra de los olivos centenarios y del consumismo feroz en publicidades eroticas.
Tambien estan esas desiguales peleas en la plaza de Chamberi, por un trozo de pan traido por alguna vieja solitaria llena de arrugas(una por cada olvido, una por cada beso recibido o dado), de palomas y gorriones como en un baile de hojas otoñales. Pequeños y aguerridos pajaros que sufren con la amenaza, no muy lejana, de sus primos las gaviotas que, buscando libertad, se van del mar salvaje a los basureros salvajes del interior y pelean por los parque publicos salvajes de las ciudades del interior.