Friday, February 22, 2013

Mara y el jersey azul.

Mara y el jersey azul.

Todos tenemos alguna cosa, sobre todo ropa, con la que nos encariñamos. Puede ser un pantalón, una blusa, un jersey, un abrigo. Algo que nos seduce como un viejo amigo, y que nos resistimos, a pesar del tiempo, a tirar, que seria lo normal.

Así Mara con su jersey de angora azul.

Hemos tenido miles de discusiones sobre la conveniencia de ponérselo con otras prendas, discusiones sobre la necesidad de lavarlo, discusiones sobre la necesidad de jubilarlo y comprar otro nuevo.
Mara, erré que erré, por ella, se pondría ese jersey todos los días del año. No se lo quitaría ni para lavarlo. Lo combinaría con marrones y negros, con lo que sea…un desastre.

Pues bien, sin previo aviso, ya hace seis meses, el jersey desapareció.

BUFFF, como por arte de magia. Desapareció.

La culpa me la lleve yo, por supuesto. No me importa. Pero la prenda, por más que buscamos, no volvió a aparecer.

Mara de morros, y yo, lo confieso, feliz.

Le compre un nuevo jersey al que trato, desde el primer día, de forma disciplente, como si fuera nada, una bagatela, un incordio.

Y todo iba bien hasta el pasado miércoles, comienzo de un hermoso puente y comienzo de un pequeño viaje a la sierra. Hacemos las maletas y, en el fondo del armario aparece el dichoso y viejo y maloliente jersey de angora azul de Mara. ¡Como se puso Mara de contenta! Huelga decir que se lo puso de inmediato, ni que le quedaba pequeñísimo(después de dos estirones que la llevaron a los 1,65 que mide actualmente), ni que estaba sucio y tenia dos rotos…¡Nada! Se lo puso y no había forma de que se lo quitara. ¡Su dichoso jersey de angora!.

Ante la amenaza de no hacer el viaje se avino a quitárselo y ponerse el que iba a llevar y yo me avine a que lo metiera en la maleta y se lo llevara consigo, de viaje.

El viaje, frío y sobre todo nieve, la primera del año, nos llevo más de tres horas. Tres horas para hacer 160 kilómetros. Pero, lo importante, llegamos bien y contentos.

Entramos, cogimos las habitaciones, abrimos las maletas y…. ¡Horror y desgracia! ¡Maldición y amargura de vacaciones! El jersey que Mara había metido en su maleta, no estaba. De nuevo, la culpa recayó sobre mí.

-Mara, tú lo metiste en la maleta. Tú cerraste la maleta. Tú metiste la maleta en el coche y la has abierto aquí en la habitación. ¿Como crees que pude hacer desaparecer el dichoso jersey? Todo el rato hemos estado juntas…

-Pues estaba aquí y, ahora, no esta. La culpa es tuya, tú me hiciste que me lo quitara.

-¡Vale!, hice que te lo quitaras pero quien se lo trajo y lo metió en la maleta, fuiste tu ¿estas bien segura de haberlo metido?

-¡SI!

Y así cuatro eternos días. Le dije de todo, que seguramente estaría encima de su cama, que se habría equivocado, que… ¡yo que se las cosas que le dije! Pero ella cabreada fastidiada y fastidiando a todos.

Ayer volvimos. Mara corrió a su habitación y…..nada. Rebuscamos por todos lados y no lo encontramos. Un extraño misterio.

El jérsey azul esta perdido y Mara, espera que vuelva junto a ella algún día del futuro cercano en esta historia cercana a los expedientes x.

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