(Des) amistades…
Estas solo en medio de la nada (muchos, muchísimos, más de
los que se pueden contar, son legión…) y vives (eso crees), respiras, comes,
bebes, cagas, orinas, hablas de vez en cuando (¿Con quien? ¿De quién?...). El
tiempo pasa como este otoño…
Un día se establece una conjunto de Boule aleatorio (¡ah!
Las matemáticas de conjuntos y su nulidad) y aparecen gentes en tu entorno con
cierta consecuencias (normalmente nefastas) en tu cotidianidad. Hay tres tipos
de la mal llamada amistad.
El primer caso lo podemos denominar como el Petrismo o
Petrista o también la negación (normalmente triple o de tres en tres). Te
dejara tirado tres veces en el día que lo necesitas de verdad, cosa de
costumbres e ilusiones.
El segundo tipo un poco mas guarro es el Tomista o Tomasista
o también el que ahonda en la herida y se regodea en la sangre ajena, no
necesariamente de forma literal. Te sentirás peor que un gusano después de sus
acciónes… y yo me pregunto ahora y aquí qué culpa tiene los pobres gusanos en
estas cosas, en fin sigamos.
El tercer tipo, el más sano y, al tiempo, más comprensible
es el llamado Judaista o Judista o también denominado por los siglos de los
siglos con el sobrenombre de “el vendedor”, al menos saca algo de situaciones y
personas (el que seas tú el sufridor de sus actos de venta y comercio es pura
casualidad, podríamos ser cualquiera de nosotros), menos da una piedra y en tiempos de crisis ya
se sabe al mejor postor aun que sea pocos.
Queda un elemento residual que son los “Pilatos”, o “Pilatistas”,
que se lavan las manos o que tira la piedra y esconde la ídem o, mucho pero con
consecuencias desastrosas, señalan en tu
dirección: Normalmente tiene “grandes ideas” y cuando fracasas –TU- en la misma
ellos ni “MUUUUUU”.
¡Si!....seguiremos...
No comments:
Post a Comment