Llega Mayo y, con él,
los incipientes calores, los excursionistas de montaña, y los incendios que comienzan como una plaga
mas… ¿hasta cuando este asesinato consentido de nuestros bosques?... ¡hasta
cuando!...
¿Dónde los robles abatidos
Por las hachas asesinas?
¿Por qué no cantan a sus sombras
Los guerreros celtas y beben
El brebaje inmortal?
¿Porque las laderas del monte
Siguen peladas y desnudas
Mientras, en el pueblo,
Al amor de la lumbre,
Juegan al mus mustios ancianos
Y duermen imberbes chiquillos?
¿Dónde los druidas con su hoz de oro
Que, refulgiendo bajo la luna llena,
Llenaba sacos de las hierbas prodigiosas?
¿Por qué siguen de negro
Los montes de la aldea
Mientras las mujeres del pueblo
Devanan la lana de las ovejas
O desgranan del maíz las mazorcas
Separando las barbas rubias
Para la medicina prodigiosa
De la natalidad y el vigor?
¿Por qué dejan quemar los bosques?
Las hadas están huidas a lo lejos,
Preguntándose que locura.
Los lobos, fieros y fieles, aúllan
En la lejanía. Los búhos misteriosos
Viajan a lejanos países
De grandes y profundas selvas.
Los trasgos místicos se envuelven
En sus capas y desaparecen.
No hay selvas en Galicia,
Ni hadas, ni trasgos, ni guerreros,
Solo montes quemados
Por la cruel desidia.
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