El PIM, PAM,
veraneo, PUM de Mara.
¡Qué verano!
Contenta y
feliz por el aprobado en Junio de todas las asignaturas (Para las que no lo
sabéis aprobó primero de la ESO, al segundo intento, es decir, después de
repetir curso.) pues hubo que dejarle y consentirle tener unas buenas y
viajeras vacaciones de verano. No me gustaba la idea pero, al final, hubo que
transigir y dejarla ir, al fin y al cabo iba de visita familiar.
Allá se fue.
Destino Vigo y sus abuelos, por parte de padre, tíos y tías y primos y primas.
Se fue pensando en ir todos los días a la playa, sol, calorcito, arenas
doradas, música por los altavoces; en noches de conciertos de música en el
auditoria al aire libre de Cástrelos con las primas; en conocer parajes y
nuevos sitios cada día; mucho marisco como las ostras de la Piedra, las
nécoras, las almejitas y un largo etcétera. Veinte días con sus noches. La deje
en el avión rumbo a las tierras gallegas.
Después
otros veinte días con unos tíos, estos por mi línea familiar, que están en Meknes
(la exótica y sorprendente Marruecos), gente muy agradable y cercana que ya la
habían invitado mil y una vez, un viaje que le hacía especial interés y
curiosidad. Salir de la España. Allá la deje en el aeropuerto, T4, de la mano de la azafata de acompañamiento
(50 euros adicionales, valió la pena). No sé qué pensaba en lo que haría y
vería allí. Sabía que Meknes, una de las ciudades imperiales de Marruecos está
en el interior del país, que hacía mucho calor, pero que mucho y la vida es mas
anodina que otra cosa pero….allá se fue dejándome el corazón encogido y triste.
La eche de
menos cuando se fue a Vigo y la eche mucho más cuando se fue a Meknes.
Finalmente
en Fuengirola otros pocos días. Llego, nos beso, durmió y, ¡ale! Otra vez en
ruta con mi hermana pequeña y su crio. Bueno, crio, tiene 16 años y mide cerca
de uno noventa. A Fuengirola.
Lo malo fue
lo que pasamos en la distancia porque nada sale como uno quiere y menos como
uno sueña. En Vigo empezó todo muy bien, besos a la familia, achuchones de la
abuela, buena comida hasta reventar y un esplendido y sensacional día de playa y, con él, tras dos días de
nieblas aburridas, una otitis dolorosa, supurante y cabreante. De medico a
farmacia, gotas y antibiótico. Cuando se curó y pudo respirar ya estaba de
vuelta. Un solo día de playa, ni una noche en Cástrelos. Nada de nada. Al menos
vio a los abuelos que es lo más importante. Yo, aquí, desde la distancia
sufriendo con ella, la pobre. Se aburrió como un caracol de carreras haciendo
el calentamiento previo.
Hablamos
cuando llego a Casablanca en el avión, en como la recogieron y la llevaron en
una grandísimo coche de viaje. Como pararon a mitad del camino a beber té y
tomar unas pastas de allí. Como, a la entrada de Meknes pararon otra vez para
cenar. Escogieron un trozo de carne en una carnicería, a la vera de la ruta y
la llevaron a un restaurante donde se la prepararon a las brasas, delante de
ellos, con una gran ensalada. Como no
durmió esa noche pues el tiempo estaba plomizo de calor y sudo toda la santa
noche y….amaneció con fiebre (cerca de los cuarenta grados), dolor muscular por
todo el cuerpo, escalofríos) De medico en medico y tiro porque me toca. Yo
sufriendo y llamando a todas horas con una factura de teléfono que mejor que no
la vea Ed. Encima le vino la regla a todo esto, para complicarlo más, una regla
con dolor añadido, dilatación de vientre y muy abundante que le duro… ¡quince
días! Todo fue una complicación de la otra. Una vez terminó, se puso bien de
todo y todos los males desaparecieron pero ya tenía que volver y volvió.
Escasos dos
días con nosotros y, frustrada, gafada y pensando en la mala suerte use tenia pues
FUENGIROLA. Espero que esta semanita todo le
vaya bien, por si las moscas he puesto una vela al santo. A la vuelta
tendrá que prepararse, ambas, ella y yo, para el nuevo curso. Nuevos libros,
nuevo material, algo de ropa, en fin, lo de todos los años. Nuevo curso,
segundo de la eso. Ya veremos qué tal va eso porque la tendencia es fatal. Por
ahora, si, ya sé que no vale hacer la comparación, va a dos años por curso y
esperemos que cambie la tendencia.
Verano de
sufrimiento, a distancia, con dolor y con el corazón encogido. Solo deseo que
esta semana pueda ir a la playa, andar por el paseo, comer pescadito frito que
le encanta, escuchar algo de flamenco y poder ir a una gala de baile andaluz
con el que esta eufórica.
Veremos, ya
os contare como acaba esta semana.
No comments:
Post a Comment