Mara y mi
gran susto.
El gran
susto me lo lleve el pasado viernes con el informe del colegio a medio
trimestre, han tardado más de la cuenta en darlo, pero, en fin.
Mara me lo
entrego como si nada, como si todo fuese normal.
La verdad,
ya más calmada, es que podría ser peor, pero son malas. Después de los
resultados del primer trimestre, buenos, todo aprobado menos la Tecnología, que
se deja pasar y después de los avisos de que este es la base del curso me
vienen con cuatro más o menos aceptables
(Plástica, Educación Física, Tecnología, Ingles), tres bastante bien (Lengua,
Francés, Matemáticas) y dos francamente mal (Naturales y Sociales). Lo peor no
es que si fueran las notas ahora tendría dos suspensos, no; lo peor son los comentarios
que vienen con las asignaturas con conocimientos insuficientes.
Así en
Sociales la profesora le pone:
1.- Estudiar
más.
2.- Dejar la
apatía en casa.
Y en
Naturales:
1bis.-
Estudiar todos los días.
2 bis.- No
hablar tanto en clase.
Claro, la
excusa de la manía ya no vale. La
otra de la mala suerte, repitiendo
curso, tampoco vale. Entonces, la señorita, se saca de la manga la
archiconocida frase, que me saca de quicio:
“Ten confianza, ya verás como al final
apruebo todo. Es que no tienes confianza en mi”
¡AAAggggghhhh!
Para tirarle de los pelos, vamos. Es que no quiere reconocer que está
estudiando menos, que esta cuesta abajo y los réditos y esfuerzo del verano se
están acabando. Que hay que estudiar todos los días, además de los trabajos
escolares. Que el fin de semana hay que repasar aquellas lecciones que se
dominan menos. Y, sobre todo, que hay que atender en clase, no hablar, y
mantener el respeto debido a las profesoras que, me consta, las conozco
personalmente, son encantadoras.
Bronca y
como si nada. Hay que darle otro voto de confianza. Otro más. ¿Cuántos?
¿Qué me
queda? Pues castigos. Sin cine, sin salir con las amigas, estar con ella, como
una niña pequeña de nuevo, mientras estudia, tomarle la lección, etc.… Es
decir, me auto castigo.
Quieren ser mujeres
responsables y libres y siguen siendo unas niñas, nuestras niñas, en
mentalidad.