Se retiro el mar de la
playa,
En la arena dejo
señales
Escritas para ojos que
vieran.
Señales, palabras,
presencias,
Los pájaros las
pisotean,
El viento las barre y
borra.
No importa. Allí
estuvieron. Allí
En el silencio
desmenuzado.
Al mar que va en
huida, puentes de plata.
Los pies del niño
juegan barriendo
Finísimas perlas,
rastros amargos
Que, un día, serán
presagios
De heridas en carne
viva
O el espectáculo
grotesco
De cortar las alas a
un ángel.
Se fue el mar, dejo
siniestras
Marcas, como
cuchilladas
En la piel como
deshechos.
Un rastro de espuma
persigue
Los sueños de pies
húmedos
Y, sin alas, nadas con
arrecifes
Coralinos y delfines
De lomos plateados.
Renuncian
Al tiempo, la noche te
envuelve
Con su capa de frescor
y lujuria.
Tiemblas de frío.
Tiemblas cobarde.
Las señales son borradas
En el lento caminar de
tu paso
Y al paso del hombre
de negro.
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