Segunda evaluación,
inicio de desastre.
Hacía
tiempo, por causas ajenas a mi voluntad, que no os contaba nada de mi Mara, no
por cosas y temas que hay muchas y jugosas pero entre un ambicioso proyecto en
el que me he metido, el fallo de internet por más de una once días, me lo han impedido pero, ahora, que es lo más
importante me adelantare a laos acontecimientos actuales e iré yendo hacia
atrás en el tiempo.
La
evaluación se ha entregado y conocido: tres suspensos: Lengua (3), Francés (4)
y tecnología (4). Y eso ya es malo pero las explicaciones fueron peor: “Pues, Lengua
que no lo entiendo el porqué del suspenso, no tenían que haberme suspendido; el
de Francés que fue una pena pero como me cogieron hablando en el examen y la Rosa me expulso del mismo y no tenía derecho pues no
es la profesora de la asignatura!!!! Y en Tecnología que lo que habíamos hecho
era de pena, no funcionaba nada bien pero que no me preocupase, ya estaba
recuperado, que no me preocupase que ya estaba aprobado pues Carlos ya los
corrigió y quedo bastante bien”. Su frase final “Solo son dos suspensos”.
¿Y los
comentarios? Tres como los suspensos:
-Inconstante,
no sigue hasta el final las cosas que ha empezado.
-Debería
esforzarse más en estudiar.
- Más
responsabilidad en sus obligaciones y
cosas.
Las tres
notitas mas la expulsión del examen de Francés me ha sacado de mí, me han
cabreado y, al tiempo, hacer caer en un cierto desanimo.
Y son, en
cambio, lógicas en esta fase de adolescencia; esos temas de inconstancia, de
falta de responsabilidad y esfuerzo en el estudio son típicos y ya un gran tópico de siempre. En
estas cosas Mara es el prototipo fiel de
una adolescente de 13 años, es una foto casi un millón de veces repetidas en
toda la geografía española.
Por más que
le hablaba no dejo pero al final siempre me desarma, me puede, me gana.
“¿Crees que
debiera presentarme a subir nota en mapa de sociales?”- me soltó de pronto con
su cara inocente y casi segura de la pregunta.
Me puse las
manos delante de la cara para que no me viese la carcajada que afloro a mis
labios. Me calme y baje las manos tratando de mantener una actitud seria y
dura, ante la sorpresa de ella, allí, delante de mí que no entendía el gesto.
No puede verla así y ya no pude, mi carcajada fue total, no podía para de reír
pensando en Mara estudiando ferozmente por la noche para subir nota en una
asignatura. Termine llorando, gruesas lágrimas de risa caían por mis mejillas
al ritmo de mis carcajadas. Mara se iba cabreando ante mi risa un tanto
histérica, debió de pensar en que me había vuelto loca o algo así. Al final,
entre risa y risa me fui corriendo al servicio pues, perdonar la expresión, me
meaba de la misma risa. Aproveche para lavarme la cara y serenarme.
Ella seguía
en su mismo sitio haciendo inútilmente la desinteresada y la que no comprendía
que pasaba conmigo, con mis risas y mi llanto solo atisbaba a decir por lo
bajini “¿te estás riendo de mi?”....
Mañana ya os
contare un poco mas...hay mucho y jugoso..
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