Mara y la huelga. Epilogo.
Friday, January 31, 2014
Mara y la huelga. Epilogo.
Wednesday, January 29, 2014
Sentado en la mesa de la cocina.
Está sentado en la mesa de la cocina, con aire ausente, la
mirada perdida en la silla vacía del otro lado. En su lado un plato con la
pobre cena de esta noche. Un vaso rojo de cristal medio lleno es la única nota
de color de la mesa.
Monday, January 27, 2014
Transfigurando el tiempo...
Transfigurando el tiempo
Cambiando las señales
Que se avecinan como tornados
Sobre nuestras cabezas.
Hay para todos: humo,
Duelo, insolencia y vaguedades.
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Columpio senil de la memoria
Viejos recuerdos en estampida
Cayendo por el acantilado
En un suicidio cobarde e injusto…
Rumbo a los
fuegos de la inmolación…
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Saturday, January 25, 2014
Grandes mujeres: Concha Espina,
Concha
Espina,
Hija de
Víctor Rodríguez Espina y Olivares y de Ascensión García Tagle y de la Vega, es
la séptima de diez hermanos. Tenían la casa familiar en la calle de Méndez
Núñez de Santander, en el barrio de Sotileza.
Escritora
ilustrada y una de las mentes más preclaras de la Literatura española del siglo
XX, celebraba los viernes un salón literario en la calle Goya de Madrid, donde
asistían personajes de la alta burguesía e intelectuales, como la esposa de
Antonio Alcalá Galiano, el crítico Luis Araujo Costa, el Dr. Carracido, los
dibujantes Bujados y Fresno, también escritores hispanoamericanos como el
venezolano Andrés Eloy Blanco, el costarricense Max Jiménez y un buen número de
poetisas noveles. También era asiduo Rafael Cansinos que en 1924 publicaría una
amplia obra crítica, Literaturas del Norte, dedicada a la obra de la
escritora.
Concha
Espina también fue colaboradora de diversos periódicos.
En 1914 y en
1924 recibió premios de la Real Academia Española por La Esfinge Maragata
y Tierras del Aquilón, en este último año, fue nombrada hija predilecta
de Santander, erigiéndose a tal efecto en 1927 un monumento diseñado por
Victorio Macho, se le otorgó la Banda de la Orden de las Damas Nobles de María
Luisa. Ese mismo año le fue
concedido el Premio Nacional de Literatura por su obra Altar Mayor.
Asimismo, llegó a ser candidata en tres ocasiones consecutivas al Premio Nobel
de Literatura (1926, 1927 y 1928).
Cofundadora
de Asociación de Amigos de la Unión Soviética, creada en unos tiempos en que la
derecha sostenía un tono condenatorio a los relatos sobre las conquistas y los
problemas del socialismo en la URSS.
En 1948 el
pueblo de Mazcuerras adoptó oficialmente el nombre de Luzmela, cuando se
celebró allí en su casa la ceremonia de imposición de la banda de Alfonso X el
Sabio. El 8 de febrero de 1950 recibió la Medalla de Oro al Mérito en el
Trabajo.
Murió el 19
de mayo de 1955 y sus restos reposan en el cementerio de la Almudena de Madrid.
Thursday, January 23, 2014
Mara y la huelga.
Mara y la huelga.
A las nueve de la mañana tuve que cortar el blogs y salir
pitando. ¿El motivo? Una llamada telefónica del colegio donde estudia Mara.
Os lo confieso, cada vez que recibo una llamada del colegio
me asalta una congoja, una angustia que
algún día, me hará daño de verdad.
Cuando sonó el móvil mi corazón se sobresalto ¿Una llamada a
las nueve? ¿Qué habrá pasado?. Lo agarré medio temblando y escucho, como muy lejos, a la secretaria, una buena y
eficiente chica, que me pide que vaya a la escuela, que hay un pequeño problema
con la clase de Mara. Le pregunto, con miedo, si la niña esta bien. Me contesta
que si, que no es nada de eso pero que necesitan que yo acuda al centro lo
antes posible.
Demudada, temblando, me visto y cogiendo un taxi, allá voy.
¡Vaya con el servicio publico!, 18 euros por casi nada.
Bueno, llego y me dirijo a secretaria. Allí me esperaba la
tutora de la clase, Chelo, buena persona y mejor profesora.
Le pregunto que pasa, que ha pasado.
Me tranquiliza, me dice que no me altere, que tienen problema con la clase. Que no dejan entrar a
nadie y menos a la profesora de Naturales, que exigen que esta pida perdón a un
niño de la clase, un tal Adrián, y que, mientras tanto, nadie entra en la
misma.
Le pregunto que tengo yo que ver con eso, que lo arreglen ellos,
los profesores, que al fin y al cabo solo son unos niños de trece años, por
Dios, y es un problema de colegio.
Me explica con calma y con paciencia que al frente de todo
el grupo esta Mara, (¡Como no!), que antes de tomar otras medidas, expulsión,
por ejemplo, querían intentar arreglar las cosas de forma suave y tranquila.
Y me pide que por favor hable con Mara. ¡Yo!, que medie para
deshacer un entuerto que no entendía y que no era mío, era de ellos.
Ya sabéis como soy, no se decir no a un problema, así que me
fui a la clase. 1º A de la ESO. Llamo ,
me dicen que me vaya. Le digo a Mara que salga, que soy su madre. Se asoma por
la puerta asombrada y me pregunta que diablos hago yo allí. Le explico la
llamada de la tutora. Se cabrea aun más, esta colorada de la tensión. Le digo
que se tranquilice, que me cuente que esta pasando y el porque de todo ese
show.
Me explica toda apresurada de un cachete de la profesora de
Natu a Adrián, y después que la misma profesora tiró la silla con el niño
sentado, cayéndose al suelo y dándose un buen golpe. Que no es la primera vez
que la profesora le hace eso a Adrián. ¡Que ya esta bien!, Que solo quieren que
le pida perdón y no lo vuelva a hacer. Que no era justo como trataba al chico
esa profesora. Que solo era eso. Que ya se lo habían pedido educadamente, antes
de que terminara la clase. ¿Qué quien se lo había pedido? Ella, por supuesto.
Como no lo hizo, se han puesto en huelga y no entra nadie en clase mientras esa no le pida perdón a Adrián. Nada
más. Nada menos.
¿Qué hacer? Dios mío. Me volví a la tutora, que se había
acercado a mi espalda, y le pedí su opinión, de si era cierto lo que contaban y
como se debería actuar.
Ella me dijo que Mara mentía, que nada de eso había pasado.
Mara insistió. Llamo al tal Adrián que confirmo lo sucedido.
Toda la clase era testigo de los dos abusos.
La tutora erré que erré que no.
Yo allí, como la tonta que era.
Así que les propuse la solución intermedia, en cuatro puntos,
que fue aceptada por las dos partes:
1.- Vuelta a las clases de forma inmediata. Un decir por ser
la hora del recreo.
2.- Lo niños harían un informe denunciando los hechos
dirigido al director del centro. Firmado por todos lo testigos y sin prejuzgar
nada.
3.- El colegio haría la vista gorda y no habría ni partes ni
sanciones por el bloqueo de clases.
4.- El director y una junta, con el delegado de la clase, analizarían
el informe y la versión de la profesora y si consideraban los hechos probados exigirían
a la misma una reparación y la promesa de que no volvería a hacer nada así al
niño.
5.- Yo me ponía como garante de los puntos. ¡Yo!
Y aquí estoy de vuelta, lo que iba a publicar hoy, lo dejare
para mañana. Esta es mi aventura de hoy, van tantas desde que comenzó el curso
(la ducha, la huida, los zapatos….) esto es un caos y espero que todo se
normalice un poco porque si no poco voy a durar.
Tuesday, January 21, 2014
Un campo minado...
La cocina se
esta volviendo un campo minado de guerra total. Desde que los platos se me
suicidan, en un gesto inútil y absurdo de sacrifico para llamar la atención
sobre sí mismos y, de otra forma más inútil todavía, lo consiguen en esos
denuestos que lanzo y el trabajo extra que me dan sus restos por los suelos.
Hay que barrer todo, pasar la fregona (las mas de las veces con algún resto de
comida o el agua después de haber sido
lavados) y hacerle el honor del entierro dentro de la bolsa negra de la
basura rumbo al país de los deshechos, el cementerio de los cachivaches, el
juego de las ratas y gaviotas y cigüeñas, en un camión con poster de mujeres
desnudas en su cabina y el mal olor que les acompañar siempre.
Si, es un
campo abierto peligroso y complicado.
Lo último de
técnicas de guerra es la huida de la cubertería y eso que la vigilo bien. La
tengo a buen reguardo, como todo el mundo. Primer cajón a la izquierda, siempre
cerrado, en su caja/prisión con su lugar para cada elemento. A la izquierda, los
cuchillos grandes con el filo para abajo. Después los pequeños y los de uso
diario; los tenedores y las cucharas. Encima, las cucharillas y pequeños
tenedores de postre.
No sé como
huyen. Me doy la vuelta o voy al servicio y me encuentro con alguno de menos,
en una huida a Dios sabe dónde o como. No tienen patas, es imposible, están
cerrados. Huyen. Me huyen.
Empecé con
los seis del juego que me regalo una tía lejana. Pase a cinco, me quedaron,
poco después, cuatro. Aun con los cuatro la cosa estaba bien, no me preocupaba
mucho. Somos cuatro. Ed, Javi, Mara y yo. Cuatro. Suficientes. Suficientes pero para no bajar la
guardia.
Esta mañana
ya está todo roto. Hay solo tres tenedores, el cuarto huido. Otro más, ya son
muchos. Seré una mala cocinera. No me quieren ni mis platos suicidas ni mis
cubiertos con manías escapatorias. Ya me falta una pieza para el día a día y no
voy a romper el juego poniendo otro diferente. Ya no fabrican como los que
pongo, ya lo he visto rebuscando en las decenas de ferreterías y chinos del
barrio. Además nadie, ningún empleado de comercio, me promete que no serán escapistas como estos
míos.
Habrá que
comprar un nuevo juego completo de seis y empezar de nuevo. Eso sí, los tratare
con mas mimo, haber si así les gusta el hogar, se aclimatan a nosotros y no
huyen felices de su destino en lo universal con esta familia que debiera ser la
suya….para siempre. Parece, dicho así, una mala condena. No sé, es posible que
deba ser al revés, maltrato desde el primer día, como en un centro de internamiento para presos
peligros o estilo campo de concentración o, es una idea, cerradura en el cajón.
Esto último vaya incordio, tontería incluida.
La china de
enfrente feliz conmigo y mis guerras. Primero platos y tazas a tutiplén, ahora,
cubiertos a mansalva. Negocio habemus, no para mí.
En la noche
las preguntas viene a mi cabeza: ¿Cómo
hacen para huir?... ¿Tendrán cómplices en la huida?... ¿Habrá alguna asociación
para la libertad de cubiertos?... ¿A dónde huyen?... ¿Para que huyen?.... ¿Tan
mal están con nosotros y el uso que le damos?... ¿Cómo son tan inteligentes de
que no veamos su huida perfecta?...
Sunday, January 19, 2014
Entre vahos y frescos olores
Entre vahos y frescos olores
va caminando la aurora,
al paso, serpenteantes sombras
siempre acompañan sus amores
despierto el sol, ya renacido,
en llama del gesto el gallo:
levantad de amor vencidos
la mañana ha llegado.
Negro pasa al amarillo,
queda todavía un buen rato,
y no quedarse dormido,
la tentación de tus brazos,
en el calor de tu cuerpo,
¡Hay Dios!.... que mal trago.
Friday, January 17, 2014
Grandes mujeres: María Mayor Fernández de Cámara y Pita.
María
Mayor Fernández de Cámara y Pita (Sigrás, 1565 – 1643), conocida popularmente como María Pita, fue una
heroína de la defensa de La Coruña en 1589 contra la Armada Inglesa dirigida
por el corsario Francis Drake.
El 4 de mayo
de 1589 las tropas inglesas, habiendo cercado la ciudad de La Coruña, abrieron
una brecha en la muralla y comenzaron el asalto de la ciudad vieja, dirigidas
por un alférez que, con la bandera de la resistencia en mano, logró subir a la
parte más alta de la muralla. María Pita mató al alférez inglés. No se sabe
realmente con qué arma se llevó a cabo la muerte del alférez; hay quien dice
que con la espada del marido difunto de María Pita (su segundo esposo Gregorio
de Recamonde, muerto en ese mismo asalto inglés); otros que con cuchillos de su
negocio personal; otros que con arma de fuego. La tradición dice que este hecho
se llevó a cabo al grito (en gallego) de "Quen teña honra, que me siga" (que en castellano significa:
"quien tenga honra que me siga") y que esto desmoralizó a la tropa
inglesa, compuesta por 12.000 efectivos, y provocó su retirada.
Una vez
acabada la batalla, ayudó a recoger los cadáveres y a cuidar de los heridos.
Junto con María Pita, otras mujeres de La Coruña ayudaron a defender la ciudad;
está documentado el caso de Inés de Ben, que fue herida en la batalla.
Estuvo
casada cuatro veces y tuvo cuatro hijos. Al enviudar por última vez, el rey
Felipe II le concedió una pensión que equivalía al sueldo de un alférez más
cinco escudos mensuales y le concedió un permiso de exportación de mulas de
España a Portugal.
Wednesday, January 15, 2014
Mara de andaluza.
Mara de andaluza.
De rojo y blanco
Vestida,
Toda llena
De lunares.
Peineta roja
En lo alto
Del pelo.
Grandes ojos
Mirando
A la vida.
Chal rojo
En los hombros.
Volantes
Que giran
Y giran,
Salero,
Alegría.
Una flor blanca
En la oreja
Izquierda.
Una sonrisa
Picara.
Esa es Mara
De andaluza,
Y de fiesta.
(Pendientes de aro
Rojo, por supuesto,
Como el gran sol
Que se refleja
Al amanecer).
Monday, January 13, 2014
En Huelva, cerca de la Puebla trabaje unos meses, algo más de un año.
En Huelva,
cerca de La Puebla trabaje unos meses, algo más de un año.
Tharsi no
era un pueblo más, era, de entrada, una mina abandonada y una pedanía de otro más
grande. La gente, antiguos mineros, vivía en casa pequeñas, de un blanco
inmaculado, en calles ordenadas y rectas, siempre limpias. Las casas y las
tierras donde se asentaban no eran de sus habitantes. Habían sido de la empresa
de la mina, lo mismo que la escuela. Las hacia la empresa para los trabajadores
y cuando la mina llegaba a las casas habitadas, hacía otra urbanización mas
alejada y trasladaba a la gente allí, al
nuevo pueblo. Incluso llegaron a trasladar la iglesia. Una sorpresa. Otra, a la
salida del pueblo, dirección San Bartolomé, un pequeño cementerio olvidado y
mal mantenido que, mas tarde me entere, era el cementerio protestante, el de
los técnicos ingleses que enterraban en suelo patrio, para nosotros, lejos de
la tierra que les vio nacer.
Así durante
varios meses. Tuve que ir a Sevilla, la ciudad de las maravillas (si no lo digo
reviento) y al volver, busque al grupo en mi primer día. Mi desilusión fue
patente, me quede atónito viendo a la madre, andaba ya mas con la cabeza en el suelo
y mas lenta, seguida por solo cuatro jabatos que habían dado un crecimiento
espectacular, ya robustos y gordos. La gente a mi alrededor, cuando les
comentaba el caso, se reían groseramente y decían que alguien se los había bien
aprovechado. Yo sentí lastima y pena por nosotros y la pobre jabalí.
Cuando me
fui, no mucho mas tarde, con las maletas en el coche, estuve esperándoles; no aparecieron.
Se que jamás volvieron por allí. Jaime, el encargado, con el que aun mantengo
una buena amistad por teléfono, me lo dice: se los comieron, seguro, por aquí ya
no pasan, desaparecieron.
Saturday, January 11, 2014
Una puerta roja, cerrada…
Una puerta roja, cerrada…
Solo una puerta como tantas
Cerrada a cal y con candado…
A un lado, calidez del hogar,
Al otro el descenso al infierno…
De los bares de humo
y sostén
O triste ascenso a la terraza…
Para volar ingrávido hacia la fosa.
Es solo una puerta y
una llave…
Mágica que no está en la mano.
Voces que llamaban a la ira
Traspasan la madera hiriendo
Grave al corazón detenido…,
Taladran con dolor los oídos.
Una puerta cerrada
Una hija a un lado
Junto con la madre,
Un padre al otro…
Y voces airadas como puñales en la sombra
Viejos secretos que afloran
Solo una vieja puerta barnizada…
Un mundo se cae por una palabra,
Una vida se acaba por una palabra,
Un secreto se abre por una palabra,
¡Mejor estar en la inocencia del no saber!
¡Mejor estar sordo y no escuchar!
Solo una puerta marcando un destino…
Y el tiempo se acaba y para y muere…
Thursday, January 09, 2014
Grandes mujeres: Simone de Beauvoir (9 de enero de 1908-París, 14 de abril de 1986)
Simone de
Beauvoir (9 de enero
de 1908-París, 14 de abril de 1986)
Fue una escritora,
profesora y filósofa francesa. Escribió novelas, ensayos, biografías y
monográficos sobre temas políticos, sociales y filosóficos. Su pensamiento se
enmarca dentro del existencialismo y algunas obras, como El segundo sexo,
se consideran elementos fundacionales del feminismo. Fue pareja de Jean Paul
Sartre.
Simone de
Beauvoir fue profesora de filosofía hasta 1943. En la Segunda Guerra Mundial y
la ocupación alemana de París vivió en la ciudad escribiendo su primera novela,
La invitada (1943), la libertad, la acción y la responsabilidad
individual, al igual que en La sangre de los otros (1944) y Los
mandarines (1954), novela por la que recibió el Premio Goncourt.
Las tesis
existencialistas: cada uno es responsable de sí mismo, están en una serie de
obras autobiográficas, como Memorias de una joven de buena familia (1958)
y Final de cuentas (1972). Sus obras ofrecen una visión sumamente
reveladora de su vida y su tiempo. Entre sus ensayos destacan El segundo
sexo (1949), el papel de las mujeres en la sociedad y la construcción del
rol y la figura de la mujer; La vejez (1970), la situación de la ancianidad
y donde critica apasionadamente su marginación y ocultamiento, y La
ceremonia del adiós (1981), polémica obra sobre Jean Paul Sartre.
La obra de
Simone de Beauvoir, hay que verla en la evolución del feminismo, en la creación
literaria, el desarrollo de la izquierda antes y después de la Segunda Guerra
Mundial, sobre el dolor y la percepción del yo, sobre los linderos del
psicoanálisis y sobre las premisas profundas del existencialismo.
Monday, January 06, 2014
Mara y el comienzo de sus clases.
Mara y el comienzo de sus clases.
Mara feliz y yo subiéndome por la paredes, por no decir que
me instalado en la lámpara del salón (por ser la mas alta de la casa). ¿El
motivo?, las clases. Y tengo miedo, naturalmente, de caerme de la lámpara y
darme el gran trastazo.
Saturday, January 04, 2014
Prometí, un día, contar la historia mágica de mis abuelos.
Prometí, un
día, contar la historia mágica de mis abuelos, por parte de madre. Aquí va.
Maruja paso toda la noche con el en la alcoba, velándolo, esperando la muerte de su ya esposo para convertirse en viuda pero, los designios de Dios son indescifrables y su bondad infinita, o quizás solo fue una broma cósmica, un chiste; el caso es que a la mañana siguiente Federico, empieza a recuperarse poco a poco y termina sanando.
Thursday, January 02, 2014
Cementerio Protestante en Huelva.
Cementerio
Protestante en Huelva.
A
la sombra del gran pino
reposan los recuerdos,
lejanas vidas, lejanos ecos
de una existencia, desarrollo
florecido de inquietudes;
las huellas se han ido
borradas por las lluvias,
desleídas por el tiempo.
Un aura translucida
flota en la atmosfera,
leve vibración de un ser
que no añora lo que perdió.
Viejos tiempos, largos años,
pasaron de abuelos a padres,
pasaron de hijos a nietos,
terminando en una tumba
olvidada, un metro de tierra,
apenas una losa borrada,
cuatro piedras caídas,
una puerta que no cierra,
y un olvido que no cesa.
Olvido que es paz,
paz y negación.
Negación contra la vida,
vida que se perpetúa....
en una alfombra de hierba
llena de flores, allá,
por la primavera.
Paré un día,
me acerque con pasos quedos,
el ánimo encogido,
por el sendero rojo de barro,
bordeando viejas minas.
Me senté en una piedra.
Pasaron las horas,
las nubes lentas;
un rayo de sol se colaba
alumbrando la puerta.
Atardecía.
La paz se adueñaba
en silencio, la luna
nos visitaba. Mi alma
leía viejas lapidas.
Anochecía.
Ilustres: lejos de vuestras tierra
por los tesoros de esta morís,
manos andaluzas os enterraron
lejos de los suyos, en este
cementerio protestante
entre Alosno y Tharsi, a la orilla
de una extraña ruta,
tan extraña como la vida.
reposan los recuerdos,
lejanas vidas, lejanos ecos
de una existencia, desarrollo
florecido de inquietudes;
las huellas se han ido
borradas por las lluvias,
desleídas por el tiempo.
Un aura translucida
flota en la atmosfera,
leve vibración de un ser
que no añora lo que perdió.
Viejos tiempos, largos años,
pasaron de abuelos a padres,
pasaron de hijos a nietos,
terminando en una tumba
olvidada, un metro de tierra,
apenas una losa borrada,
cuatro piedras caídas,
una puerta que no cierra,
y un olvido que no cesa.
Olvido que es paz,
paz y negación.
Negación contra la vida,
vida que se perpetúa....
en una alfombra de hierba
llena de flores, allá,
por la primavera.
Paré un día,
me acerque con pasos quedos,
el ánimo encogido,
por el sendero rojo de barro,
bordeando viejas minas.
Me senté en una piedra.
Pasaron las horas,
las nubes lentas;
un rayo de sol se colaba
alumbrando la puerta.
Atardecía.
La paz se adueñaba
en silencio, la luna
nos visitaba. Mi alma
leía viejas lapidas.
Anochecía.
Ilustres: lejos de vuestras tierra
por los tesoros de esta morís,
manos andaluzas os enterraron
lejos de los suyos, en este
cementerio protestante
entre Alosno y Tharsi, a la orilla
de una extraña ruta,
tan extraña como la vida.
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