Sunday, March 12, 2017

Me equivoque de puerta.


Me equivoque de puerta. Llamé y me lleve la gran bronca de mi vida.


Ahora, no se donde llamar. Estoy perdido en el rellano de una vieja escalera.


Confuso, dudo del piso, del número de la puerta, de tu nombre.


No se si estoy en la casa correcta o, también, la he confundido.


Tantas veces que vine aquí, para dormir en tus brazos...


Estoy desorientado entre sombras que se mueven con los últimos rayos del sol.


Mi cabeza no da para más. Los escalones están curvados en su centro de tanta pisada.


Hay ternura en ellos, como en la barandilla rozada, gastada, ajada de uso.


Llamé a la puerta equivocada, del piso equivocado, del edificio equivocado.


Tengo frió. No se adonde ir. Casi no se donde estoy. Te recuerdo, te hecho de menos.


Estoy parado en el rellano de una escalera de madera entre dos pisos, tercero y cuarto.


Como mi yo, dividido entre el recuerdo y el olvido. Llegan las sombras.


A veces, vecinos pasan a mi lado y me miran con desconfianza.


Se preguntan que hará aquí este tío, que no conocemos de nada.


Dudaran en si llamar a la policía, pensando en mis malas intenciones.


En la noche, me tumbo en una esquina y me duermo soñando...


Y sueño que llamo a tu puerta y no me equivoco,


Que me abres tu casa como si abrieras tu corazón


Y pueda dormir, por fin, en paz en tu regazo para siempre.


No comments: