¡Brindemos por nuestras novias y
nuestras esposas!… ¡Que no se encuentren nunca!
Claro que lo entiendo. Incluso un niño
de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!
Estuve tan ocupado escribiendo la crítica que nunca pude sentarme a leer el libro.
Una mañana me desperté y maté a un elefante en pijama. Me pregunto como pudo ponerse mi pijama.
O usted se ha muerto o mi reloj se ha parado.
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