Monday, December 22, 2014

Mara y la carta a los Reyes Magos/Majos.


Mara y la carta a los Reyes Magos/Majos.

Yo lo entiendo, tiene catorce años, afirma su personalidad, lucha contra todo el mundo imperfecto que le rodea que es lo mismo que luchar consigo misma y sus carencias y sus deseos y sus creencias o su falta de creencias.

¿Por qué este rodeo? Por la dichosa carta a los Reyes Magos. Se negó a escribirla, ya era muy mayor para esas cosas…pero si no hay carta, no puede haber regalos. Se avino a escribirla pero no ha echarla al correo, como todos los años. Escribirla si, pero poniéndola en la nevera como terreno común. Los Reyes, si quisieran verla pues lo tenían fácil, que se descolgasen por la chimenea de la cocina echasen un vistazo y ya esta o que la robasen, total, tanto daba. Acordamos así, que remedio. La niña se pierde y la adolescente se cabrea y protesta y echa humo.

¿Qué pidió? Empezó con problemas, solo sabía que quería una depiladora electrica, el resto está en dudas. Añadió, mas tarde, una película que no existe (Street Dance 2), aun no está editada en video.

Y día tras día la duda asoma y la come. Al final este es su listado, calentito, muy calentito, de hoy mismo. Eso si a los “Queridos Reyes Majos”, hasta la sepultura genio y figura y terca como una mula.

“QUERIDOS REYES MAJOS”

-Una depiladora eléctrica, de las buenas.
-Una plancha para el pelo, de las buenas.
-Lo ultimo de la Pastori.

-Un DVD romántico.

-Una colonia de Tous o Dolce&Gabanna. Frasco  grande.

-Un reloj de pulsera bonito y de marca.

-Unas deportivas de marca.

-Un cheque compra para ropa de 60 euros como mínimo.

-Algo de dinero.

-Alguna sorpresita, bonita y moderna.

Allí está la carta. Ed se rio de verdad leyéndola tras los múltiples problemas planteados y las negociaciones habidas y perdidas por ambos lados; discusión incruenta por lo menos.

“Sigue siendo la niña que era en un cuerpo y una edad que no es la suya, lo peor vendrá el año que viene, ya verás. Quiere hacerse la mayor ¡que pena!”-me dijo en voz bajita sin que ella lo oyera.

“Lo que quieras-le respondí un poco seria de mas- pero no es la lista de una niña de catorce años. La depiladora es una tontería, si no tiene nada de pelos, nada de nada. Las colonias veremos pero no creo que sean para su edad, ya iré a una perfumería y las oleremos pero no se….el reloj vale quiere cambiar el de Kitty que considera que es muy de niña y, sin embargo, a mi me encanta. Y eso de cheques de compra y dinero es cutre y feo para una carta de reyes...no sé, no me gusta la carta, tiene algo que me rechina…”

“Tú siempre queriendo ver cosas donde no las hay. Los críos crecen a nuestro pesar, es el desarrollo, no la paremos”

Así quedo todo, hay que ponerse en marcha. ¡Reyes, en marcha!

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