Wednesday, January 31, 2018

Pesadillas...


A la luz gris agonizante, que huye,


al tiempo un grito sordo, pletórico


de vida abre la aurora fugitiva,


halito de carne, vida, de muerte


futura;  gusanos blancos: comida,


desayuno, merienda, cena y postre.

Sunday, January 28, 2018

Obras malditas...


Obras malditas.

Me rio yo de la maldiciones faraónicas y demás. Aquí, dentro de nuestras fronteras tenemos la nuestras, obra que por una serie de especiales circunstancias se han cebado y creado esa fama de obras malditas. Me lo recordaba un artículo de mi madre   recordando uno de sus libros de niña, un tomo especial en la biblioteca del abuelo: Santa Isabel de Celes de Alfonso Vidal Planas. Lo que la hacía especial era la prohibición de tocarlo y siempre cerrado con llave.

Lo que se sabe:

13 de enero de 1.923. Estreno en Almería, en el teatro Cervantes, de la versión teatral de la novela "Santa Isabel de Ceres". Una obra, cuyo argumento venía marcado por la polémica y el escándalo girando en torno a la vida de las piadosamente conocidas como las "vendedoras del amor". Por su parte los empresarios del teatro advirtiendo al público que uno de los pasajes incluyen una espectacular escena de disparos y muerte de alguno de sus protagonistas.

La primera actriz de la compañía era una joven de 27 años, Conchita Robles una bella e inteligente muchacha con una amplia proyección en su carrera artística. La protagonista, hija de padre tramoyista, que le inculcó la vocación y el amor por el teatro. Se había casado en Granada con un militar, un hombre de carácter violento,  y muy celoso llamado Carlos Verdugo, oficial del Escuadrón de Húsares, del que se había separado judicialmente.

Un testigo del drama Sixto Espinosa, dejo escrito: "Cuando la representación estaba casi en su ecuador, el capitán Verdugo logró entrar por la parte trasera del escenario, situándose al pie de una escalera por la que debía de bajar de su camerino, la joven actriz. Al enfrentarse con ella, sacó una pistola, apuntándole al pecho. La joven aterrorizada, por instinto de conservación creyendo que podría aplacar las iras del furibundo militar, se colocó detrás de un niño de doce años Manolito García, empleado en la imprenta donde se confeccionaban los programas de teatro.

El criminal disparó sin titubeos sobre el menor que falleció unas horas después abrazado a un crucifijo que el pequeño había pedido con insistencia y patéticas voces. El oficial, que estaba dispuesto a consumar sus intenciones, cuando el menor se desplomaba faltándole la vida, se abalanzó sobre Conchita Robles hundiéndole materialmente el cañón del arma en el hombro derecho, haciendo un nuevo disparo sesgado que le destrozó el corazón.

Conchita Robles, como consecuencia del violento impacto cayó sobre uno de los laterales del escenario, a la vista del público que entre atónito y sorprendido arrancó en aplausos al entender que se trataba del anunciado efecto de los disparos de los que se hablaban en la obra.

Sin embargo, el entusiasmo cesó súbitamente, cuando el telón caía vertiginosamente dejando antes a la vista del público, la patética imagen ensangrentada de Manolito García herido de muerte. Sixto Espinosa y un prestigioso médico almeriense, el doctor Campana, que asistían a la representación, saltaron como resortes de sus butacas. En dos saltos alcanzaron el escenario, recogiendo del suelo el estremecido cuerpo de la actriz que colocaron en un sofá del attrezzo.

Expiró en presencia del gobernador civil de la provincia, César Medina Bocos, que acudió también en auxilio de las víctimas. A pocos metros en el lateral derecho del escenario, con los ojos desencajados y los puños cerrados se encontraba el capitán Verdugo. Al ir a acercase Sixto Espinosa, sacó del bolsillo de la chaqueta, la pistola disparándose un tiro en la sien. El autor del doble crimen, no llegó a morir y solo quedó tuerto.

Restablecido de las heridas, una vez juzgado fue condenado por los asesinatos a cadena perpetua.”

Pero la historia de este crimen pasional no fue la única que acompaña a esta obra pues  se fue cobrando nuevas víctimas mortales. El autor de la obra, Alfonso Vidal y Planas , el 2 de marzo de 1923, mató en uno de los rellanos del Teatro Eslava de Madrid, al diputado y escritor almeriense Luis Antón de Olmet, su socio.

Más tarde, otra persona que intervino en la puesta en escena de la obra en Almería, Tadeo Villalba que había decorado los techos y paredes del recién construido Teatro Cervantes, mató en una reyerta a un duque, que al parecer pretendía quitarle a su novia, una cupletista llamada Rosita Rodrigo.

La tragedia en tres actos, se cerró cuando ese mismo año, Alfonso Tudela, un actor de elenco artístico de "Santa Isabel de Ceres" moría trágicamente a manos de su suegra, que lo degolló cortándole la tráquea con una navaja de afeitar.

Thursday, January 25, 2018

Del este...

Del este, del este,

luz y fuego que viene.

Al oeste, al oeste,

brillan gotas de muerte.

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En negros corceles vinieron,

en negros corceles marcharon,

en sus corceles se llevaron

a mi amigo, el mas querido.

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Me pararon al alba,
al alba gris hermano,
al alba me pararon,
por andar muy rápido.

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Tuesday, January 23, 2018

Tarde de calor, tiempo de piscina.


Tarde de calor, tiempo de piscina.

Allá nos fuimos, dos autobuses climatizados, algo más de media hora de camino y, ¡voila! en traje de baño y en el agua fresca y clara. Poca gente en ese día de la semana, nunca suele haber mucha gente, familias la mayoría con niños pequeños. Se llena tanto el sábado como el domingo. Por allí estaban los conocidos de año tras años. La viejecita que nada como si fuera deslizándose por el agua de forma errática, el maduro con gafas que hace sus largos (más bien anchos), el joven en la silla de ruedas y que es toda una proeza como entra y sale de la piscina por sus propios medios…

Entre ancho y ancho, si, hago anchos, no estoy para otros trotes, al menos por ahora, agarre en el bordillo, charla y unos cuantos ejercicios. Casi siempre cotilleos, anécdotas vanas. Una delicia. Unas nubes asomaron por el oeste, nada importante. Se levanto unas ráfagas de aires que olía a humedad y ozono, las frondas de los arboles empezaron a quejarse con ese toque tan característico de música natural. Las nubes empezaron a crecer desde la dirección del viento, crecer y ennegrecerse. De blanca gris y de ahí a negras, preñadas de tormenta.

El sol desapareció. Nosotros nadando y comentando que si la tormenta llegaba era peligroso nadar, por aquello de lo vórtices y cosas así. Los socorristas, por una vez dos, no decían nada aunque iba mirando, como nosotros, al cielo que se escurecía por momentos. La gente, la poca que había empezaron a marcharse como si se hubieran acordado que no cerraron la llave del gas y tenían que ir a cerrarla. Pocos quedamos, en la piscina solo dos pareja.

Tengo que deciros que adoro las tormentas, me parecen uno de los espectáculos más violentos, fuerte y hermosos de la naturaleza. Una combinación peligrosa pero bella como pocas. Ese refulgir de los rayos entre nubes o entre nube y tierra acompañado de esas tronadas que baten el suelo como tambores y te eriza los pelos de la piel y un cosquilleo te recorre el cuerpo….nada hay tan bello, nada tan vital.

Entre ancho y ancho, ya lo sé, no hace falta decirlo, pues comprobando que se acercara o no la tormenta. Mi mujer señalo un rayo. No lo vi. Conté, mil uno, mil dos……20. Esta a unos seis kilómetros, le dije, tranquila y aguantar.

Las ráfagas de aire se hicieron más fuertes, más húmedas si cabe. La típica cortinilla de agua se vislumbraba hacia la lejanía. Vi el primer rayo, corto, entre dos nubes gris marengo, toda una culebrilla de luz. Conté de nuevo, mil uno. Mil dos……doce. Esta a unos cuatro kilómetros y acercándose.

Al este el cielo azul limpio y claro contrastando con las nubes que teníamos encima de nosotros. El agua deliciosa, invitando a quedarse en la trampa que era. Sacabas el hombro y el fresco del viento te hacia volver a meterte. Se estaba mucho mejor en el agua que fuera. La mujer me dejo, tenia frio, temblaba ya. Salió y se envolvió en la toalla. Seguí en el agua, viendo, mirando, disfrutando poco pocas veces.

Cientos de pajaritos se posaron en el suelo en torno de los troncos de los arboles, se movían con ese ritmo sincopado, de nervios, de nunca estar quietos, atentos a todos y siempre girando la cabeza en una y otra dirección. En lo alto, más alto que nunca, un grupo de águilas o buitres ascendían y ascendían girando en las corrientes de aire caliente alejándose de todo peligro.

Otro rayo, este violento y largo, una anaconda de luminotecnia de arriba abajo, con la dirección quebrada. Seguí contando y vi que estaba aun a unos dos kilómetros. Pero el viento estaba cambiando hacia el sur y la dirección de la tormenta por la velocidad que parecía tener me decía que se iría a ese sur mágico y exótico. La sucesión de rayos y truenos fue continua en varios minutos, acelerándose. La distancia no bajaba de los dos kilómetros.

Un rayo espectacular se dividió en dos y tres pies perdiéndose en una tronada como una sucesión de violentas explosiones. Todo retumbo con el sonido de tambores lejanos. La cúspide la tormenta, el clímax total.

La cuenta seguía y se paso a kilometro y medio. El frente de rayos y cortina de agua, ¡menuda estaría cayendo por esos lares! creaba una frontera artificial de noroeste a sur. De ahí la calma, un periodo de paz total, de forma casi súbita con el parón del aire. Salí de la piscina, con la piel arrugada, medio temblando, llevaba allí más de una hora y media. La tormenta se había ido a amargar a otros la tarde. Nosotros seguimos contemplando el frente gris retirarse, como el sol se volvía a asomar tímidamente y acariciar nuestra piel húmeda.

Los rayos refulgían lejanos y casi sin luz. Los truenos eran ecos casi perdidos, casi inaudibles. Las nubes se iban aclarando cono si un pintor fuese pincelando en tonos blancos, aclarando el cielo que se le había pasado de color. Las cortinas de agua se iban difuminando…

Varias urracas bajaron al suelo buscando lago que picotear y las golondrinas planearon por la superficie del agua bebiendo al mismo tiempo, apenas un beso de cariño en la superficie que las reflejaba.

Aun me di otro baño un poco más tarde, más corto, mas rápido, y en marcha. El espectáculo, gratuito, había estado con nosotros y lo habíamos disfrutado….una muy buena tarde de verano.

Sunday, January 21, 2018

Murió en la noche, en tu alcoba,


Murió en la noche, en tu alcoba,

 entre negras sabanas, colchas

   negras. Ausencias descubiertas

    cuando fluye el último aliento

     negro estertor del agónico

       instante fugaz de tu cuerpo.


        Luces negras. Caricias negras.

Friday, January 19, 2018

Leyes fisicas...


Dice las leyes físicas que la materia ni se crea, ni se destruye, solo se transforma…lo mismo que los niños.

De pequeños, en su primera etapa, desvalidos, con esa dulzura especial que hacen que deseemos comerlos y que hasta lo más desagradable se hace con ganas y sin asco o dolor. Más tarde, ya sabiendo andar y hablar, con los sinsabores que dan salvados por la inocencia de sus ojos, las frases lacerantes, la sonrisa confiada…

De adolescentes ya es el comienzo del desastre, son autenticas bombas en potencia que no sabemos cuándo o dónde van a estallar, las hormonas locas que los invaden descolocándolos y descolocándonos, sudores agrios, poluciones nocturnos, afirmación de la personalidad, asesinatos del padre y la madre (en sentido figurado, eh, sicológico), el novio o la novia, el pirsin, la ropa roída, el no querer ducharse en semanas o, al contrario, dos o tres duchas diarias, respuestas a más agrias aún, deseos de libertad que no controlan, actitudes de mayores con detalles de niños pequeños…

Pasado ese sarampión de la adolescencia del que no hay vacuna, por ahora, ya jóvenes rumbosos por los caminos marcados en las cartas que les toco en suerte o que se buscaron entre ellos, los amigos y la familia, que mucho  hace, por fortuna o desgracia. La búsqueda del futuro, de los sueños a realizar.

En cada etapa sus problemas siempre distintos, siempre diferentes. De los problemas del baño diario, de los catarros, de las vacunas pasamos a los problemas de la escuela, de las palabras soeces que ha escuchado en el recreo, de los cumpleaños de los de la clase. Y de esos, casi sin continuidad nos encontramos con que ya empiezan y quieren ser libres, despegados de nosotros, que quieren ir al cine con los compas, que quieren salir con al pandilla, que quieren  regresar a las nueve y media (a pesar de que saben quela hora de la cena es entre las nueve y nueve y cuarto), la discusión de la paga semanal que nunca les llega….y de pronto los problemas son de universidad, de chicas y chicos, de la chica que les gusta o el chico por el que están  locas, son los artistita de sus series favorita, son esa falda tan mona, tan cara, tan corta como cara…

No es la materia la que se transforma, son los problemas que existen y ahí están, no se crean, no se destruyen, solo se transforman con el tiempo y el crecimiento de los cuerpos que siempre van por delante del crecimiento de la cordura, del entendimiento, de la razón. Niños en cuerpos de adultos.

Y un día quieren volar, ser libres antes de tiempo. Y sueñan con pájaros dorados en jaulas de cristal,   sueñan con águilas  luchando con serpientes en medio de la carretera, añoran esos dioses de la televisión y que ellos pueden hacer mas y mejor.

Wednesday, January 17, 2018

Soy...


Soy el último mendigo

de las flores mustias,


rebuscando un atisbo


del frescor del pasado.

Monday, January 15, 2018

Me vestí de lluvia


Me vestí de lluvia para ir a jugar al bosque

Pero la ciudad no me dejo abandonarla.

Encadenado, me hizo regar sus calles,

Calles que daban a otras calles más amplias

Y estas a otras calles y a otras más estrechas.

A veces, se abrían, en hermosas plazas abiertas.

Y me hizo regar los tejados de sus casas,

Unos de pizarra negra llena de mierda de gaviotas,

Otras planas, como de discoteca,

Para bailarinas y dulces palomas.

Otras de rojo sucio, con desconchados

Y llenos de cientos de antenas.

Otras de misterios y osamentas.

Y me hizo regar sus árboles

Huidos, tristes, fuera de sitio,

Pobres de cariño y cielo, añorantes.

Y así, entre calle y calle,

Tejado de pizarra y tejados,

Plaza tras plaza, me fui vaciando,

Y quedé como Adán, en el paraíso,

Solo, desnudo, vacío,

Ante la risa anhelante de la hienas.


Saturday, January 13, 2018

La perfeccion...


La perfección no está en la obra acabada, está en los ojos que la miran. Tus ojos, mis ojos. los ojos azules del perro, los ojos del vecino...lo malo es que nadie mira igual, nadie comprende la realidad total de los que ve pues somos seres subjetivos y creativos. Tan subjetivos como creativos pues hemos creado el universo, todo el universo, lo hemos configurado en nuestra conciencia, lo modificamos con nuestra presencia y lo destruiremos también por nuestro egoísmo...

Lo curiosos es que los ojos no ven lo que vemos. Ve el cerebro metido cinc calzador en esa triste caja ósea. El cerebro contempla el exterior a base de simples impulsos eléctricos que poco tiene que ver con la realidad tangible del exterior.

La perfección esta en una cueva oscura y solitaria, como un niño enfurruñado que se esconde todo, como un viejecito que se retrotrae en si mismo...células grises decía un rechoncho inspector de policía que nos confunden y nos engañan...

La perfección está escondida y nosotros estamos engañados por los sentidos.


Thursday, January 11, 2018

Ante el semaforo te fuiste.


Ante el semáforo te fuiste.

Abandonaste mi mano,
alejándote, calle abajo,
entre el gentío que nos rodeaba. 


Sin palabras de despedida.
Ni un reproche agridulce,
ni un grito estentóreo,
ni una situación violenta,
ni un brillo de ira en tus ojos.

Soltaste mi mano y te fuiste
entre el humo de los coches,
a lomos de los pitidos de guardias
domando fieras de ruedas,
con el abrigo del silencio
que mas duele, el del corazón.

Tuesday, January 09, 2018

Bajo la niebla…


Bajo la niebla…

En otoño, por la mañana temprano, la bruma de la ría invade los capos y la ciudad, la envuelve en un abrazo de oso con un olor peculiar, olor que recuerda a las algas, al pescado fresco, a la madera calafateada de los botes de pesca…te levantas, te vistes y al abrir la puerta es como si entraras en otro mundo, un universo lleno de dudas, de formas difuminadas, de preguntas que solo se contestan con un avanzar casi de ciego.

Me gusta mi ciudad bajo la niebla de otoño. Me traen recuerdos de los libros de Lovecraft o, ya pensando en algo más modernos y brutal, del amigo Stephen King de sus buenos tiempos, cuando sus novelas eran como un tajo a nuestras seguridades y un mono con sonajas nos podía fastidiar una buena noche o ese piloto nocturno…

Bien abrigado avanzas por entre calles y bultos que se mueven como espectros, huyen de tu calor o de tu odio. Todo está cerrado y en silencio, no es una ausencia de ruido sino que este es como si estuviese contenido bajo paneles de cristal, silencio de respiraciones entrecortadas y de palabras al oído...

Los coches con sus luces encendidas asemejan unos modernos ciclopes rumbo a Dios sabe dónde o cuando…

La cartera te pesa.

La humedad se te mete por cada resquicio de la ropa, te va humedeciendo. No hay que decir lo del pelo ya encrespado y mojado, esas gotas que se acumulan sobre las cejas y, bien formadas, corren por las mejillas como si llorases por la humanidad en pleno. Tiemblas de frio húmedo y viscoso lo que te lleva a pensar en serpientes y cosas peores que no puedes ver. La bruma te va robando el calor que tienes y con el la seguridad.

Es curioso, piensas, en este estado no hay sombras, es como si nos las hubiesen robado o estas huyeran de súbito presintiendo algo terrible o perverso.

Te guías por los pequeños soles, casi sin luz, de las farolas de la gran vía. Avanzas como aquella vieja insomne, la de la alcuza buscando vida y palabras y amor…

Notas que el sol lucha por hacerse presente pero todo lo que consigue es una huella pálida en lo alto…como si fuera un sol pálido, al que le quietaran la sangre un vampiro estelar gigantesco…

Algunas sombras fantasmagóricas se cruzan contigo; algo deben de ver en ti que se apartan para no rozarse, nadie se acerca a nadie. No te pasa nadie pues normalmente tú vas más rápido que la gente del barrio. Te queda poco para el insti, ya está a punto de llegar, cinco minutos y estarás a salvo…

En tus pensamientos no te das cuenta de la sombra que te alcanza por la izquierda, como se adecúa a tu velocidad y a tu paso, como se pone  a una distancia que podríamos decir que no muy correcta. Tu en tus nubes de rimas y miedos, de libros y de fantasías. Casi te roza, ya a tu altura lanza su mano a tu entrepiernas, estruja tu sexo, lo manosea como buscando un hueco, una raja; es un segundo o menos pero no por ellos dejas de reaccionar con el inicio de un empalme; el desconocido lo nota, lo soba como con sorpresa, se le escapa un “Uffff” audible y rápido lo suelta y sale corriendo diciéndote: “Lo siento, creí que eras una chica”…

No sabes si salir corriendo y darle una buena tunda (por lo de tocarte o lo de confundirte con una chica) o meterte detrás de  unos setos y hacerte una paja…no sabes, no reaccionas y terminas riéndote de la bruma, de los fantasmas, de los monstruos de Lovecraft y de todo…”el hombre es el mayor monstruo para el hombre”…

Sunday, January 07, 2018

Fantasia.


Llueve y debe hacer frío,


La noche es desagradable,


Los muertos del cementerio


Vienen a visitarnos


A la luz de la chimenea.

Thursday, January 04, 2018

Misterios.


1.- Misterios, misterios, misterios…

La juventud tiene unas cosas…todo empezó con la devolución del recibo del colegio del mes de Marzo por el banco, una chorrada. A veces la vida se complica con una simple idiotez, la devolución por parte del banco de un simple recibo de sesenta euros, cosas del sicólogo, el seguro escolar y demás. La llamada de la secretaría de la escuela diciéndole y que por favor enviasen el dinero por medio de la niña. Sin más, fácil, sin problemas.

Le dieron el dinero a la niña para que lo pagase y pasaron las semanas, tres, por puntualizar. La cría dijo que ya lo había pagado ¿el recibo? No se lo habían dado, que lo pediría al día siguiente.

Ni día siguiente, ni la siguiente semana, ni nada, vino la semana santa y las vacaciones respectivas. Se reanudaron las clases y nada de nada, ya era otro mes, Abril aguas mil y todas caben en un barril. La madre ya cabreada le exigió que lo pidiese y se lo prometió, alguna colleja debió de haber por medio, creo yo. Ya el pasado catorce le entrego el recibo de haber pagado. ¡Aleluya!

¿Misterio? Diréis, Pues si, ¿porque tanta tardanza por un papel si ya estaba pagado? ¿Porque el recibo pone la fecha del 14 de abril y no antes?...no hay respuestas, solo preguntas y dudas, muchas dudas.

Acudió a mí esta vecina, mismo piso, puerta con puerta, amigas y confidentes de siempre. Calzada con la pipa de Holmes y el móvil de baratillo llame a la escuela preguntando por la fecha del recibo y si, muy amables, que no importaba, que si patatin que si patatan, pero es que la fecha es la de cuando la niña pago en efectivo, que pago el mismo día catorce, como no  le iban a dar el recibo, se da de inmediato nada más se paga, que todo lo llevaba ella y nadie más, imposible, que se acordaba. Claro se caen las ideas y las esperanzas y, de pronto, remachando la posible tragedia me dicen que le falta el justificante de haber faltado el 13 y martes por la mañana, ni te case ni te embarques que por favor que se lo envíen lo antes posible, mañana mismo por ejemplo.

Cuando llegó su marido le explico el problema delante mía, posible problema y el, todo tranquilo, le acaricio el hombro y le dijo que no hiciese una tragedia que si que había habido un pequeño problema y él le había dado, en semana santa, veinte euros para completar el pago pues no tenía suficiente, algo que se lo gasto sin pensárselo dos veces yendo de salida con las amigas de toda la vida de la semana en curso.

No quedo la madre muy convencida, veinte no eran sesenta y si los tenía porque espero tanto. Por el contrario si pago el catorce es que antes no tenía ese dinero y si encima había faltado el trece sin decirlo sería por algo o para conseguir el dinero (recordó como hablaron de los exámenes de recuperación de biología y otra que no recordaba) y …¿Cómo lo consiguió si de verdad le faltaba algo más de dinero? Esa pregunta y sus posibles respuestas la espantaban, la tenían en la picota y esa noche, ya era la tercera, no durmió nada. Como enfrentar las cosas, ella, que creía que la relación con la niña era fluida y clara, sin mentiras, sin engaños. No era así y todo se iba desmoronando por pedacitos pequeños como esa gota de agua que termina socavado el edificio y tirándolo abajo.





2.- Interrogatorio.

Quede con ella para la hora de la merienda, seis de la tarde, así la madre, la cría recién llegada de la escuela y yo, en plan investigadora y confidente,  trataríamos de desentrañar un asunto que se veía turbio y problemático. Quien sabe que encontraríamos detrás de cada aplazamiento, de cada mentira.

La chica llego alegre, como si se hubieran sacado un peso de encima, no encontró raro el que yo estuviese presente. La madre estaba la pobre asustada trajinando sin parar en la cocina y, eso sí, con las antenas desplegadas para no perderse ni una palabra. Y yo en plan de investigador mirando las reacciones con lupa, tal como pone la amiga Agatha en todas sus novelas de investigación.

Le pregunte inicialmente cuando había pagado y me dijo la primer fecha, la falsa. Le saque el recibo y le mostré la fecha allí puesta. Se le demudo el color, un fallo, dijo pero ya dudando y ante mi insistencia empezó a  cantar, nada del otro mundo, desafinaba. No lo había pagado, tenía el dinero en la cartera y de un día para otro pasaba el tiempo sin darse cuenta. Cuando fue a la secretaría le faltaban veinte euros y ya no pudo pagarlo; ese mismo día se los pidió a su padre en secreto y en secreto, a toda luz diría yo todos los lectores, pues se los dio. Y pagó, si, es cierto, ese día, el catorce, no antes.

¿La falta del trece? Es que su madre no se acordaba que fueron a una visita en Carabanchel, a la tía Paloma exactamente y como se encontraba mal le pidió que fuera con ellas ¿no te acuerdes mami? Fue ese día trece por la mañana, por la tarde si asistí a las clases y nos olvidamos del justificante.

La cara que se le puso a la pobre mujer fue tal que me dio pavor que le diese algo allí mismo, un infarto, una embolia. Todo aclarado, problema solucionado, no fue tan difícil, esperemos que el siguiente sea más complicado para las circunvoluciones de mi cerebro.


Monday, January 01, 2018

Nuevo poema para un nuevo año.


Enfrente de mi balcón,

peligro, vuelo, vacío,

el triste árbol de ciudad

se viste de amarillo...



mientras sus hojas vuelan

festivas, rumbo a la acera,

camino de la hoguera,

una a una, como lluvia,



alegría, no, alegoría.

Pesares, no, morriña.

Como llanto de invierno

sin agua, sin comida.



El peque limonero

un poco más arriba

muestra pequeños frutos

con cierta envidia...



La gris ciudad dormita,

caminantes de nieblas

deambulan, canto voraz

de perlas amarillas...



Mi mirada se pierde

en tus hojas marchitas,

ya desterrado, uncido...

de campanas reviejas.




Mi alma, por tu ramaje,

asciende pobre y lenta

robar tu color quiere,

atrapar esa ardilla....



Recostado en mi balcón,

triste, yo te vislumbro

muchachita del bosque

te agitas y desnudas...