Mara y su veraneo,
veraneo del 7 de agosto.
Mara y su
pandilla tenían un largo fin de semana para ir a Benidorm, un finde, como dicen
ella, de playa, sol y disco. El viernes por la mañana salió el primer coche con
tres de la pandilla, las que o no trabajaban o estaban ya de su mes de
vacaciones; su objetivo era llegar y coger el hotel, ya habían tenido una mala
experiencia el año pasado y, si cuadraba bien de tiempo, darse el primer
chapuzón en esa calurosa tarde que suele ser el mejor de todos. El segundo
coche saldría sobre las cuatro y media, cuando ya hubieran cumplido la jornada de
trabajo las tres chicas de la pandilla restantes y, eso sí, la Vicky, como
siempre, a última hora que iba su chico con ella y se alojarían en otro hotel
porque meterlo con todas quedaba como un poco chocante...
Un poco
ilusas si eran pero...hicieron un buen viaje, cómodo y rápido. En el hotel
(mejor no decir nombre pero me muerdo la lengua de ganas por los impresentables
que son o como se comportaron) les dijeron lo mismo que el año anterior: Que no
tenían reserva, que no habían realizado la reserva pertinente y, claro, agosto,
imposible, hotel lleno.
El cabreo de
Mara fue supino pero mordiéndose la lengua enseñaron a la chica de recepción la
confirmación de reserva (por una vez lo habían hecho, ya un poco desconfiadas)
y esta les confirmo su error, que sí, que era un error suyo pero...lo sentía
mucho, que el hotel estaba totalmente lleno y no tenia forma de acoplarlos de
ninguna forma. Al final, tras un par de llamadas, les dio un par de soluciones, la mejor fue "¡que
se fueran de fiesta y ya se vería para el día siguiente por la mañana...!"
Claro está que no lo aceptaron pero que salida tenían salvo reclamar o,
prácticas ellas por una vez, se pusieron a buscar lo que fuese e "¡increíble!"
lo encontraron: un apartamento con dos habitaciones dobles y un salón con sofá
cama doble también, encima con una gran piscina y relativamente cerca de la
playa (se podía ir perfectamente a pie), una joya vamos. Un poco más caro que
el hotelito pero mucho mejor. Ya tenían donde cambiarse de ropa, ducharse y
todas esas cosas convenientes... lo malo
fue que a esto ya eran las siete de la tarde, las fatídicas siete de la tarde, vamos,
la tarde de ese viernes perdida, que de baño poco, solo a esperar a las otras
amigas con el novio al que llamaban de forma un tanto despectiva "el
señor", sin que este y su chica se enterasen, claro.
A las ocho
contactaron con los viajero y se encontraron, (ver los periódicos del día
siguiente si no me creéis) que estaban parados por Albacete por el
desbordamiento de una presa, que eran el octavo coche en la fila detenida y
estaban allí esperando, sentados en el arcén a ver que les decía la guardia
civil o los desviaban por otro lado...me consta que una de las chicas
desesperada les decía a los otras que se apartaran de ella, que tenía el gafe,
que ya era demasiado las cosas que le pasaban (me entere más tarde que entre
esas cosas estaba el tener que dejar el coche en Santander por perdida de llaves,
y un largo etc...).
Se juntaron
al pie de playa sobre las once y media de la noche para cenar algo un tanto
cabreados por ambos sucesos y, a pesar de eso, se fueron de discoteca y parecía
que las cosas se iban arreglando...ja, ja, ja....
Noche. Se
acostaron sobre las tres y media de la noche, todo en silencio, bueno, silencio
salvo los ronquillos de alguna de las chicas cuando un chispazo las despertó
súbitamente y todas todas todas se
pusieron a gritar histéricas....Mara encendió la luz viendo como el móvil de
Jorgina humeaba en la pequeña mesa. Pronto entendieron el suceso cuando
cogiendo el móvil lo encontraron en un charco de agua, agua que correspondía a
la botella que tenia al lado, botella agrietada por supuesto y supurando agua
poco a poco...Ya alteradas, después de pedir disculpas a más de un vecino
cabreado, les costó coger el sueño de nuevo y, justos cuando lo cogían, sonaron
los despertadores/móviles diciéndoles que desayuno y playa....
El desayuno
les salió de cine, abundante, copioso, tremebundo y, después, a la playa. Lo de la digestión a la porra. Como
no podía ser menos, ver el periódico si dudáis la concatenación de hechos que
os relato, el día nublado; a mal tiempo buena cara y el agua estaba deliciosa
(expresión arrobada).....seguiremos contando impacientes.
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