Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…
El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido.
Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro.
Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien.
Thursday, April 28, 2016
Monday, April 25, 2016
Frases de Groucho Marx...
¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el
dinero... ¡pero cuestan tanto!
¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?
¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?
¿No es usted
la señorita Smith, hija del banquero multimillonario Smith? ¿No? Perdone, por
un momento pensé que me había enamorado de usted.
¿Pagar la cuenta? ¡Qué costumbre tan absurda!
¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?
¿Pagar la cuenta? ¡Qué costumbre tan absurda!
¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?
Saturday, April 23, 2016
Frases y proverbios incendiarios (XXIV)
"En un mal
gobierno, esta igualdad sólo es aparente e ilusoria. Sirve tan sólo para
mantener al pobre en la miseria, y al rico en la usurpación. De hecho, la leyes
siempre son útiles a los que poseen y perjudiciales a los que nada tienen. De
lo que se sigue que el Estado social sólo es ventajoso para los hombres cuando
todos tienen algo y cuando ninguno de ellos tiene demasiado."
Respecto a
la igualdad en el Estado Social
- El Contrato Social.
Tuesday, April 19, 2016
Frases y proverbios incendiarios (XXIII)
"En lugar
de destruir la igualdad natural, el pacto fundamental, por el contrario, sustituye
la desigualdad física que la naturaleza pudo haber establecido entre los
hombres por una igualdad moral y legítima. Los hombres, pudiendo ser desiguales
en fuerza o en talento, se hacen iguales por convención y por derecho."
Final del Libro I - El Contrato Social
Saturday, April 16, 2016
Obras malditas.
Obras malditas.
Me rio yo de la maldiciones faraónicas y demás.
Aquí, dentro de nuestras fronteras tenemos la nuestras, obra que por una serie
de especiales circunstancias se han cebado y creado esa fama de obras malditas.
Me lo recordaba un artículo de mi madre
recordando uno de sus libros de niña, un tomo especial en la biblioteca
del abuelo: Santa Isabel de Celes de Alfonso Vidal Planas. Lo que la hacía
especial era la prohibición de tocarlo y siempre cerrado con llave.
Lo que se sabe:
13 de enero de 1.923. Estreno en Almería, en el
teatro Cervantes, de la versión teatral de la novela "Santa Isabel de Ceres".
Una obra, cuyo argumento venía marcado por la polémica y el escándalo girando
en torno a la vida de las piadosamente conocidas como las "vendedoras del
amor". Por su parte los empresarios del teatro advirtiendo al público que
uno de los pasajes incluyen una espectacular escena de disparos y muerte de
alguno de sus protagonistas.
La primera actriz de la compañía era una joven de 27
años, Conchita Robles una bella e inteligente muchacha con una amplia
proyección en su carrera artística. La protagonista, hija de padre tramoyista, que
le inculcó la vocación y el amor por el teatro. Se había casado en Granada con
un militar, un hombre de carácter violento,
y muy celoso llamado Carlos Verdugo, oficial del Escuadrón de Húsares,
del que se había separado judicialmente.
Un testigo del drama Sixto Espinosa, dejo escrito: "Cuando
la representación estaba casi en su ecuador, el capitán Verdugo logró entrar
por la parte trasera del escenario, situándose al pie de una escalera por la que
debía de bajar de su camerino, la joven actriz. Al enfrentarse con ella, sacó
una pistola, apuntándole al pecho. La joven aterrorizada, por instinto de conservación
creyendo que podría aplacar las iras del furibundo militar, se colocó detrás de
un niño de doce años Manolito García, empleado en la imprenta donde se
confeccionaban los programas de teatro.
El criminal disparó sin titubeos sobre el menor que
falleció unas horas después abrazado a un crucifijo que el pequeño había pedido
con insistencia y patéticas voces. El oficial, que estaba dispuesto a consumar
sus intenciones, cuando el menor se desplomaba faltándole la vida, se abalanzó
sobre Conchita Robles hundiéndole materialmente el cañón del arma en el hombro
derecho, haciendo un nuevo disparo sesgado que le destrozó el corazón.
Conchita Robles, como consecuencia del violento
impacto cayó sobre uno de los laterales del escenario, a la vista del público
que entre atónito y sorprendido arrancó en aplausos al entender que se trataba
del anunciado efecto de los disparos de los que se hablaban en la obra.
Sin embargo, el entusiasmo cesó súbitamente, cuando
el telón caía vertiginosamente dejando antes a la vista del público, la patética
imagen ensangrentada de Manolito García herido de muerte. Sixto Espinosa y un
prestigioso médico almeriense, el doctor Campana, que asistían a la
representación, saltaron como resortes de sus butacas. En dos saltos alcanzaron
el escenario, recogiendo del suelo el estremecido cuerpo de la actriz que
colocaron en un sofá del attrezzo.
Expiró en presencia del gobernador civil de la
provincia, César Medina Bocos, que acudió también en auxilio de las víctimas. A
pocos metros en el lateral derecho del escenario, con los ojos desencajados y
los puños cerrados se encontraba el capitán Verdugo. Al ir a acercase Sixto Espinosa,
sacó del bolsillo de la chaqueta, la pistola disparándose un tiro en la sien.
El autor del doble crimen, no llegó a morir y solo quedó tuerto.
Restablecido de las heridas, una vez juzgado fue
condenado por los asesinatos a cadena perpetua.”
Pero la historia de este crimen pasional no fue la
única que acompaña a esta obra pues se fue
cobrando nuevas víctimas mortales. El autor de la obra, Alfonso Vidal y Planas ,
el 2 de marzo de 1923, mató en uno de los rellanos del Teatro Eslava de Madrid,
al diputado y escritor almeriense Luis Antón de Olmet, su socio.
Más tarde, otra persona que intervino en la puesta
en escena de la obra en Almería, Tadeo Villalba que había decorado los techos y
paredes del recién construido Teatro Cervantes, mató en una reyerta a un duque,
que al parecer pretendía quitarle a su novia, una cupletista llamada Rosita
Rodrigo.
La tragedia en tres actos, se cerró cuando ese mismo
año, Alfonso Tudela, un actor de elenco artístico de "Santa Isabel de
Ceres" moría trágicamente a manos de su suegra, que lo degolló cortándole
la tráquea con una navaja de afeitar.
Thursday, April 14, 2016
Frases y proverbios incendiarios (XXII)
"Este
mismo acto de asociación convierte al instante la persona particular de cada
contratante en un cuerpo moral y colectivo, compuesto de tantos miembros como
voces tiene la asamblea; cuyo cuerpo recibe del mismo acto su unidad, su ser
común, su vida y su voluntad. Esta persona pública, que se constituye como
producto de la unión de todas las otras, recibía antiguamente el nombre de
Civitas (4), y ahora el de República o de Cuerpo Político, denominándosela
Estado cuando es pasivo, soberano cuando es activo, y potencia cuando es
comparada con sus semejantes. En cuanto a los asociados, éstos toman
colectivamente el nombre de pueblo y en particular se llaman ciudadanos, como
partícipes de la autoridad soberana, y súbditos, por estar sometidos a las
leyes del Estado. Pero estos términos se confunden a menudo y se toma el uno
por el otro. Basta que sepamos distinguirlos cuando se usan en toda su
precisión." El Contrato Social - Capítulo V
Sunday, April 10, 2016
Frases y proverbios incendiarios (XXI)
"Así pues,
de cualquier modo que se consideren las cosas, el derecho de esclavitud es
nulo, no sólo porque es ilegítimo, si que también porque es absurdo y porque
nada significa. Las dos palabras esclavitud y derecho son contradictorias y se
excluyen mutuamente. Bien sea de hombre a hombre, bien sea de hombre a pueblo,
siempre será igualmente descabellado este discurso: "Celebro contigo un
contrato en el cual todos los deberes están a tu cargo y todos los beneficios
están a mi favor; contrato, que respetaré mientras se me dé la gana y que tú
observarás mientras se me dé la gana" El contrato social - Capítulo IV
Friday, April 08, 2016
Refranes y proverbios incendiarios (XX)
"Jamás he
conocido las pasiones más odiosas, nunca ha invadido mi corazón la envidia, la
maldad, ni la venganza... en ocasiones la ira, pero no soy muy hábil y jamás
guardo rencor".
"La más
antigua de las sociedades y la única natural es la familia" El contrato
social 1762
Tuesday, April 05, 2016
Un regalo...original.
Gira la
rueda del destino en el sentido de la agujas del reloj. Gira sin parar, sin
detenerse, siempre constante a su ritmo de triturar hechos, dramas personales,
encuentros sorpresivos y recuerdos. No
hay obstáculos que la detenga, ni compasión por las pobres hormigas que, en el
fondo somos todos en este bellos planeta llamado hormiguero, perdón, llamado Tierra..
El regalo en
papel de plata y oro fue una sorpresa, una gran sorpresa. La sonrisa amplia de
oreja a oreja del niño, apenas siete años, se perdió cuando intento saber que
era aquello (los papeles del envoltorio ya estaban por el suelo y la abuelita
con sus achaques y lumbalgias recogiéndolos con al paciencia de años y años).
En la caja se veían cientos de hormigas en su hormiguero, hormiguero especial
traslucido, como en un corte vertical, en una masa como gelatinosos llena de
galerías mientras, por los huecos excavados, los pobres bichitos se afanaban
por vivir y seguir viviendo preguntandose que serian aquel gran ojo que las
contemplaba desde un fuera que no entendías.
Abrieron al
caja y en el libro de instrucciones les
fue aclarando las ideas, que eran pocas y extrañas. Hormiguero, si. Material de
gelatina para el mismo, también. Tapa para que no salieran las hormigas, por supuesto.
¿Las hormigas? Había que cogerlas en el jardín o en el campito o donde fuera, aportación
del regalo, eso sí, una aclaración en negrita y grande, más de doce o no
sobrevivirían.
Ante la desesperación
del crio, apenas siete años, pues bajaron al parque en busca y captura de
hormigas. No había, no encontraron. Claro que el instinto de depredador de
bicho en los ciudadanos esta poco desarrollado. Por la tarde cogieron el coche,
con la abuelita rosmando y se fueron a la montaña, a la búsqueda y captura de hormigas
y…¡las encontraron tras un par de horas de agachados que ya les dolían la
columna!...tuvo que ser la viejecita por supuesto que las recogió y las metió
en el frasco ya preparado.
En casa las
metieron en el hormiguero artificial y el crio (apenas siete años) se puso como
un bobo a mirar la evoluciones de las decenas de hormiguitas que metieron en la
caja de cristal, su nueva casa. Se movían de una lado a otro, se montaban unas
encima de las otras, se subían por los cristales y, de pronto, empezaron a
excavar en el suelo de gelatina, fueron…el crio, apenas siete años, cansado de los
mismo una y otra vez, se fue a jugar a la maquinita, era más interesante…
Por la
mañana (apenas siete años) quería dar de desayunar a sus hormiguitas…a sus
hormiguitas que habían desaparecido, no quedaba ni una dentro de la caja. Si no
estaba en la caja tenían que estar por otro sitio, es de suponer, cadáveres no se
veían por ningún lado. La tragedia golpea y claro, con apenas siete años, no
quería ir al cole, quería buscar a sus hormigas, la madre aterrada pues a saber
donde estarían las dichas hormigas, el padre bostezo y explicó, leyendo el
papel de la instrucciones, que se han escaparon por los agujeros de respirar
que ponía que el tamaño de la hormigas no debía ser menor de 2 milímetros…se
fue al trabajo, la abuela ni se inmuto…
¿Las
hormiguitas?...fueron apareciendo ante la consternación de la mujer, las había
en la panera, en los mueble donde guardaban los fideos y cafés y azúcar, en la cocina, en
el horno de la misma….la casa plagada hormigas que parecían que eran todavía
muchas más de las que cogieron en el campo…en el mismo servicio que estaba
invadido materialmente…y que no se atrevían entrar…debajo de las sabanas, en
los armarios roperos con las ropa interior infestada de esos bichitos…en los
juguetes de los críos que estaban alborozados y felices…la abuela, a esto,
cogió la escoba y a barrer como si tal cosa, como si pasara siempre lo mismo
todos los días….incluso en la melita, nadando en el café, dentro de las bolsas del pan de
molde….cada cosa que veían era un descubrimientos de más y más hormigas….en la
cubertería que a su vez estaba en un cajón…incluso dentro de la nevera, parecía
imposible aquella invasión, se colaban por cualquier rendija, parecía algo de
mal de ojos o una maldición gitana en toda regla….
Barrer,
quitar, sacudir, limpiar, lavar todo de nuevo, plata a plato, cuchillo a
cuchillo, ….es que estaban incluso dentro del lavavajillas y la
lavadora…revisar cada rincón, cada esquina, debajo de cualquier cosa que
vieran…todo el santo día trajinando y, cuando acabaron, ya por la tarde, y con
los niños que regresaron eufóricos e impacientes de la escuela pues a buscar,
ordeno y mando, de la pequeña pues otras hormigas pero esta vez en plan toro o más
grandes aun, si las hubiera tipo elefante serian las adecuada….
"Nunca más.,
nunca más"...se repetía, para sí, la madre.
Sunday, April 03, 2016
Refranes y proverbios incendiarios (XIX)
"La
posteridad me honrará...porque lo he merecido".
"Me siento
demasiado superior.............para el odio".
Friday, April 01, 2016
Refranes y proverbios incendiarios (XVIII)
"Un buen
padre vale por cien maestros."
"El
derecho de voto es un derecho que nada ni nadie puede quitar a los
ciudadanos".
"La fe es
cuestión de geografía".
"Aún no ha
nacido la persona que pueda amarme como yo me amo".
"Me
regocijo en mí mismo".
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