Tuesday, July 30, 2013

Grandes mujeres: Princesa Basma bint Talal de Jordania.


Princesa Basma bint Talal de Jordania.

 

La Princesa ha tenido un gran desempeño en el mejoramiento de la actitud de Jordania hacia los derechos de la mujer y el niño, y ha sido pionera de sistemas que han brindado a la mujer mayor voz en la conducción de Jordania. Su amor especial hacia los niños se ha manifestado en el establecimiento de muchos proyectos tendientes a ayudar a los jóvenes en situación de desventaja.

La Princesa es actualmente Presidenta de la Asociación de Scouts y Guías de Jordania, de la que ella misma había sido guía.

La Princesa Basma es Presidenta de la Comisión Nacional Jordana de la Mujer.  Bajo su liderazgo, y a través de un proceso nacional de formación de consenso, el Gobierno creó y puso en ejecución una estrategia nacional para la mujer , la primera en el mundo árabe

 

 Su alteza real asimismo ha estado involucrada en ayudar a la Comisión, y por primera vez en Jordania, diez mujeres obtuvieron puestos en las elecciones del consejo municipal, habiéndose convertido una de ellas en la primera alcaldesa.

En 1977, la Princesa estableció el Fondo Jordano Hashemite para el Desarrollo Humano (JOHUD), una de las primeras ONG en Jordania en abordar cuestiones del desarrollo en el plano nacional.

La Princesa Basma es hermana del finado Reiy Hussein I y tía del actual Rey Abdullah II de Jordania. La princesa tiene un Doctorado en Filosofía de la Universidad de Oxford en el Reino Unido. Además de especializarse en idiomas ella estudió el desarrollo social, económico y político en Jordania, y continúa con estas áreas en su trabajo actual.

 

Saturday, July 27, 2013

Mara y las ruinas.


Mara y las ruinas.

 

Todos sentimos una extraña atracción por las ruinas. Ese amontonamiento de piedras caídas y cristales rotos, recuerdos de un pasado que no esta escrito, nos invitan a soñar, a perdernos, a pesar del peligro que puede haber, entre las piedras buscando algún objeto valioso, algún objeto que nos diga algo mas de la gente que allí vivía.

 

Así a Mara le atraían las ruinas de la vieja iglesia de la parroquia de San Salvador; la nueva, ladrillo y madera reluciente, estaba a unos 100 metros de lo que quedaba de la antigua. De la vieja solo quedaba la fachada principal en un equilibrio mágico de piedra granítica sobre piedra; una puerta marrón, casi negra, de madera podrida, estaba tirada a los pies del dintel y, por dentro, se veían, mas bien se presentían, piedras caídas junto con grandes y negras vigas de madera, restos de una techumbre que se había desplomado, además de maleza, retoños de algún árbol extraño saliendo en las oscuras esquinas, polvo y telas de araña.

 

Mara pasaba siempre delante de las ruinas, cuatro veces al día; las veces del ir y venir de la escuela, aunque, para ello, tenia que dar un pequeño rodeo que la hacia perder mas de cinco minutos. Siempre se paraba cerca de la puerta y atisbaba el interior como buscando un algo nuevo, un cambio, un tesoro, un fantasma y terminaba leyendo el gran letrero de letras rojas que pendía de una alcayata :"PELIGRO. PROHIBIDO ACCEDER AL INTERIOR DE ESTE LUGAR. RIESGO DE DESMORONAMIENTO". A la fuerza se obligaba a salir de allí y avanzar a sus obligaciones diarias, el colegio.

 

Un día de abril, soleado y festivo, cogió a su hermano menor y fueron de exploración. ¡Como no! se fueron a la iglesia arrumbada de San Salvador. Fueron con linterna, guantes, casco de bici, coca-cola, galletas y unos pastelitos en una bolsa de plástico del Corte Ingles que, mas tarde, le impidió hablar de un impulso repentino, de falta de premeditación. Le costo decidirse a entrar (mas bien le costo convencer a su hermano de que lo hiciera el primero) pero lo hizo, por primera vez, con timidez, con miedo. No había nadie en los alrededores. Pasó el dintel de la puerta, saltando sobre los restos de la misma, y, a partir de allí, esquivar piedras, quitarse telas de araña de la cara, brazos, etc...Mirar por todos lados, buscando, como dos arqueólogos, los tesoros antiguos.

 

La búsqueda fue inútil pero subiendo y bajando piedras y maderos se pasaron sus buenas dos horas. En lo que seria los restos del ábside vieron......al volver para salir se encontraron con un cable negro que colgaba de la parte superior de la fachada; siguiendo el cable, con la mirada, llegaron a ver unas pequeñas campanas negras, relucientes, y la conexión del cable con el badajo de la misma. ¡Que tentación!

 

Salieron a descansar, comieron galletas y bebieron coca-cola y volvieron a entrar. Se acercaron al cable de la campana y tocaron una vez cada uno. Sonó muy bien, les gustó. La tentación era intensa y volvieron a tocar, esta vez con más ganas......

 

En esto que ven venir una multitud (no mas de siete parroquianos) con cubos de agua, corriendo y gritando, jadeantes, hacia la iglesia buscando, alarmados, un fuego que no existía. Se pararon delante de los dos niños, un tanto sorprendidos y bastante cabreados:

 

-¿Tocasteis la campana? Nos habéis dado un susto de muerte.

.......¿Que hacéis aquí?-..... ¿Quien sois?......

 

-No se puede tocar la campana, esto es una gamberrada. Hay que llamar a la policía.

 

-¡Son unos niños, por Dios! ¡Que susto!

 

-Si esto tenía que estar vallado, bien cerrado.......ya lo decía yo.

 

-¿No sabéis leer?. Aquí esta prohibido.

 

-Esto os va a costar muy caro, ¡Que gamberrada! ¡Gamberros!.

..........

 

En esto se acercó, corriendo también, el párroco, Dn. Emilio, que, por fortuna, conocía a los niños y a sus padres. Haciéndose cargo de la situación calmó a los paisanos y, cogiendo de la mano a los niños, se fue con ellos hasta su casa. Por el camino, Mara avergonzada, no se atrevía a levantar la cara del suelo, extrañamente interesada en contar las piedrecillas del mismo y si habría alguna hormiga por allí. Su hermano, en cambio, se puso a contarle a Dn. Emilio su aventura en las ruinas de la iglesia: las telas de araña, como levantaba las piedras buscando tesoros, como se subía por encima del muro para ver más allá y, lo que más le encantaba, como sonaba la campana. Le decía que era el sonido mas bonito que había oído jamás y que le había encantado tocarla, que era como mágica, con el sonido de los Ángeles. D. Emilio le escuchaba y sonreía:

 

-Pero, mirar, habéis asustado a la gente. Veréis, cuando se toca la campana, como vosotros habéis hecho, es para avisar de alguna desgracia, una muerte, un fuego, una inundación, una explosión.....la gente se asustó y sois vosotros los que los habéis asustado. No se debe hacer: primero porque podríais haberos lastimado; segundo no se debe entrar en las ruinas por que es peligroso; tercero jamás debéis tocar la campana y cuarto porque hay un letrero que prohíbe todas estas cosas...... ¿De acuerdo Mara?

 

-¿Si, señor! No habrá otra vez.

 

Se repitió todo en casa de Mara en presencia de su madre que, enfadada, les prometió un fuerte castigo que jamás llego a enunciarse. Pero Mara, siempre conservará el aire de aventura y el sonido de las campanas en sus manos más que en sus oídos.

 

Un momento: ¿que vieron bajo las ruinas del ábside?, ¿Que fue aquello, algo tan importante que jamás lo revelaron?...........eso será otra historia.

Wednesday, July 24, 2013

Calle Alonso Cano, seis de la tarde.


Calle Alonso Cano, seis de la tarde. Es casi noche. Las luces de la calle y de los comercios encendidos. Los coches pasan poco a poco, con pereza, mientras sus dueños se impacientan por el atasco, el rojo del semáforo, los peatones cortando el paso.
Hay poca gente transitando a pie, hace mucho frió.
Nuestro involuntario protagonista es un hombre normal, nada especial que le distinga del resto del mundo salvo su actitud un tanto misteriosa. Se acerca medio disimulando a un coche y deja caer, con cierto disimulo, dos trocitos de papel rojo. Piensa que nadie la ha visto, parece avergonzado por lo que ha hecho.
Se envara al escuchar la vos de una señora mayor despotricando en alto, casi en un grito. Al principio, el no sabe de qué habla, no escucha bien pero, conforme se acerca oye claramente que se dirige a él y lo que acaba de hacer.
"....este civismo, como si no hubiera papeleras, los imbéciles tirando los papeles al suelo, una vergüenza, lo que había que ver, así va el mundo por sinvergüenzas como los que tiran los papeles.....".
Nuestro amigo calla avergonzado, disimula, mira a la otra acera, esconde su rostro en el cuello del gabán.
".....y después dirán que nada, que lo barran los basureros, mierda a la calle, mierda por todos lados, muy modernos, si, pero la porquería al suelo....los imbéciles tirando papelitos al suelo, que lo vean sus hijos, si es un mierda todo.....".
La señora pasa chillando a la altura del hombre que aguanta, aguanta, incluso, la respiración. Mueve la cabeza con desgana, dudando.
"....y luego hablaran de democracia, una mierda sí señor, esto es lo que hacen estos estúpidos, papeles...no a la papelera, no, al suelo...y mearan en el suelo a la vista de todos, una mierda, digo...."
Ya no aguanta más y fuerte, con voz fuerte: "...Y las hija de puta despotricando solas por la calles.....y las hijas de puta despotricando solas por la calles..."
La señora apura el paso, mira de lado y al ver que nadie la sigue, que el otro, el enemigo, sigue parado:"y los cabrones soltando puyazos..."
"Si señora, puyazos a las hija de puta de las calles de Madrid..."
Y allí los dejamos, a uno, rojo como la grana, en la calle Alonso Cano, parado inmóvil y la otra con paso apresurado, hacia Dios sabe dónde, despotricando de sabe Dios qué....

¿No os recuerda esto algo más?

Sunday, July 21, 2013

Apátridas


Apátridas

 

Caminan sin volver la vista atrás.

Cadencia de sones al paso

De pies, carretas, bueyes

Abandonados

Por Dios y los hombres.

Son apestados

Con las manos por delante,

Ahuyentando obstáculos  solo visibles

Para ellos.

A un camino, otro camino

A un país, otro país

A una lengua, otra lengua

A un amor, otro amor

Detrás...........van dejando,

En pobres sepulturas,

Tíos, sobrinos, padres, abuelos

 

Detrás......van abandonando

Cuentos y memorias

De una historia que ya no es suya.

 

Detrás.......pesadillas, pobreza, miseria

Esperanzas incumplidas

 

Detrás......la violencia decretada, marcada,

Como un estigma racial

 

Detrás......hijos no nacidos, larvas optimistas

Del rayo gris troquelando a las madres

 

Detrás.......un sol insomne quemando

Abrasando brazos y piernas

 

Detrás.....la marca, los azotes, la furia

Desencadenadas del poder absurdo

 

Detrás......no queda nada, solo la huida

La búsqueda de una identidad y un afecto

de arboles retorcidos.

 

Con las manos por delante

Ahuyentando penas

En una oración de signos,

En la última penitencia

Se curvan contran el viento,

Se erguen contra el agua.

En sus manos el fuego,

En sus pies la cadencia,

La música de la tierra.

 

Amansan las tormentas,

Ahuyentan a las fieras,

Saturan el aire fugaz.

Thursday, July 18, 2013

Grandes mujeres: Carolina Herrera.


Carolina Herrera.

En 1980, presentó su primera colección de moda; en 1986, sus primeras creaciones para novia; y en 1988, salía a la calle su primer perfume -ya va por el sexto- tanto para mujer como para hombre: una carrera meteórica con la que se ha ganado el respeto del mundo de la moda.

Carolina Herrera nació en Caracas, Venezuela, el 28 de Agosto de 1939, en el seno de una familia acomodada, en la que le enseñaron a apreciar la alta costura. Ya de pequeña jugaba en el jardín lleno de flores y aspiraba sus permutes, anticipo de la creación de uno de los grandes perfumes de todos los tiempos: 212. Adora a los animales. Casada en segundas nupcias con el aristócrata Reinaldo Herrera, 1968, tiene cuatro hijas. La más pequeña, Adriana, es su más estrecha colaboradora en sus diseños, y ha sido la imagen de varios de sus perfumes. “Mi hija Adriana representa a la perfección la mujer de mis líneas, joven, elegante, con un estilo propio y una personalidad increíble”.


Con una gran capacidad de organización desde muy joven y un amor por la comida casera.

Desde su primera colección, Carolina Herrera ha contado con la aprobación y admiración del público norteamericano, aunque el espaldarazo definitivo lo tuvo con la creación del traje de novia de Carolina Kennedy, la hija mayor de John Fizgerald Kennedy.

En 1991 fue galardonada por la asociación norteamericana Diseñadores Hispanos, con el premio a una década de creación artística. Seis años después, la infanta doña Pilar le entregó la medalla de oro del Spanish Institute de Nueva York.

Esta mujer, que impregna cada uno de sus modelos con su elegancia y su gran estilo, se declara sencilla, amante de su familia y una gran ama de casa.

Monday, July 15, 2013

Mara se enfada.


Mara se enfada.

 

Mara, como todas las crías de doce años, tiene, muchas veces, una falta de sentido del humor que la hace cometer pequeñas tonterías al tiempo que lo pasa fatal y me lo hace pasar a mí también. Se manifiesta, sobre todo, cuando gasta bromas y la victima, normalmente yo, se defiende con sus mismas armas, bromeando, es entonces cuando sale la vena orgullosa que la hace reaccionar airada y dolida.

 

El caso es que todo empezó cuando.............quise invitarla a merendar tortitas con nata y un buen vaso de leche (ya sabéis como le gustan) pero ella, para llevarme la contraria, se empeño en que quería ir al cine, no le importaba la película, solo quería ir al cine. Y así, mientras íbamos en dirección al cine, íbamos discutiendo sobre tortitas si, cine no, tortitas no, cine si. Al pasar por un escaparate de ropa de mujer, Mara se fijo un momento en el, apenas un parpadeo, y empezó de nuevo:

 

-Este año por verano ya lo sabes, ropa de Lacoste, nunca me he vestido de Lacoste y este año quiero vestirme de Lacoste, asi que a rascarte el bolsillo.

 

-Es ropa muy cara para lo que es, así que deja de decir tonterías. Le conteste demasiado rápida para mi gusto.

 

-Pues yo quiero Lacoste, ya lo sabes Lacoste y nada más que Lacoste. Voy a vestir como una chica Lacoste.

 

-Mara...vete a la porra.

 

-Quiero Lacoste y nada más. ¿Porque no puedo elegir? Yo elijo Lacoste.

 

-Vete… a… la...porra.......termine diciéndole con un rintintin al tiempo que sonreía para mi, con un tono algo agudo en demasía.

 

En esto que llegamos a un cruce de calles estando el semáforo en rojo y, ante el silencio imprevisto de Mara, me gire ante ella y no la encuentro. Miro alrededor y no la veo por ninguna parte. Ni que decir tiene los miles de pensamientos negros que pasaron por mi cabeza en unos segundos, al tiempo que el corazón me daba un vuelco y la garganta se me cerraba. Me acorde, de pronto, del móvil y la llame. Me lo cogio rápido, demasiado rápido:

 

-Mara ¿Donde estas?

 

-Camino de casa, a mi nadie me manda a la porra. Es una falta de educación y de respeto. No lo tolero, eres....mala. No me tienes ninguna consideración, ningún respeto.

 

-Mara que todo era una broma, como la tuya. Ven inmediatamente donde yo estoy antes de que me enfade. No me obligues a castigarte.

 

-No voy a ir con personas que me insultan y me faltan al respeto.

 

Y corto la comunicación así, sin despedirse, sin dar ninguna otra opcion.

Mi cabreo fue de órdago pero después, pensando, me quede preocupada, muy preocupada. Decidí  ponerme en marcha hacia la casa a fin de ver que, de verdad, estaba en casa y había llegado bien.

 

Llame al timbre de abajo y me contesto ella que la dejase en paz; por el tono de sus palabras había estado llorando; estaba aun llorando.

 

Subí y le recrimine su actitud cuando las dos estábamos bromeando por la calle:

 

-Mandar a alguien a la porra no es una broma, esta muy mal.

 

Riendo le pedí perdón, me excuse y le dije que pedir ropa de Lacoste tampoco era una broma, mas bien una broma pesada.

 

-Lo uno por lo otro ¿anda?

 

Y nos fuimos a merendar tortitas con nata y un buen vaso de leche.

Friday, July 12, 2013

UNA ANECDOTA EN EL PARQUE DE ATRACCIONES.


ANECDOTA EN EL PARQUE DE ATRACCIONES.

Según entráis en el parque de atracciones de Madrid, a la derecha, está la mejor atracción de agua en plan familiar: los rápidos. Segura, relativamente tranquila, con agua para refrescarse un poco en los días de calor y, normalmente, no hay mucha cola.

Allí nos encaminamos en una tarde que, pensando que habría poca gente, nos fuimos al parqué, ¡cómo no! Y, ¡cómo no!, abarrotado. Empezamos por esa atracción, los críos con prisas como siempre y como siempre, no hay mucha cola, unos diez  minutos de espera y a montar. Nos toco con otra familia, extranjera por el acento, con dos niños, el menor no tendría más allá de los cuatro añitos.

Arrancamos y por efecto de peso (los padres, ya se sabe, la barriguita cervecera…) el agua hacia nosotros empapándonos el pantalón. Mara feliz riendo y mojándose, que es lo que quiere. La barcaza dando giros y giros y en cada giro el agua inundándola y mojándonos el trasero y, a veces, algo más.

El peque, enfrente mío, se dirige a su padre con una voz un tanto histérica y le empieza a decir que a él no, que a él, el agua no, que él está limpio, que él se ha duchado esa mañana. El padre se ríe, yo sonrió ante la inocencia del crio que se clama hasta el siguiente arreon y una olita se rompe de su lado y casi, digo casi, le moja las piernas. Medio se levanta asustado y un poco histérico y, dado que el padre poco caso le ha hecho, va a la madre y le dice lo mismo “que que a él no, que a él, el agua no, que él está limpio, que él se ha duchado esa mañana”.

La madre se ríe, yo sonrió,  y le hace sentar en su sitio, cosa que hace de mala gana un tanto asustado y mirando a todos lados.

La barca gira y gira y las olas nos van llenando de agua, un agua bastante sucia, por cierto, un poco caldosa y de color verde.

El crio ya no sabe que hacer, hasta ese momento impoluto y se dirige directamente al agua, empieza a gritarla al agua por la que viajamos: “que a él no, que a él, el agua no, que él está limpio, que él se ha duchado esa mañana” al tiempo que con gestos de la mano con la que no se agarra, le señala que el no, el no, el que no.

Y claro, si no quieres, cuatro tazas, mientras sigue diciendo “que él está limpio,” justo ahí como una premonición o una venganza, una ola rompe brutal contra su lado se eleva por arte de magia, se mantiene unos segundo en el aire como buscando a la víctima propiciatoria y le cae a plomo desde arriba dejándolo hecho unos zorros.

Todos nos reímos y lo animamos pero el, ya muy bajito, “que a él no, que a él, el agua no, que él está limpio, que se ha duchado esa mañana”. Todo se va conjurando contra sus deseos y el surtidor impulsado por un viento maligno le vuelve a caer de su lado mientras musita como un mantra su deseo que a él no, al él no, que él ya se ducho por la mañana y una cortina de agua se vuelve a cernir sobre el que ya no sabe qué hacer salvo mirar cómo nos reímos  y reímos y reímos….

Llegamos salvos y sanos, ellos salieron primero, es su lado, y el crio se va pingando, chorreando agua por todos lados, de la mano del padre y musitando. “que a él no, el estaba limpio, que él se ha duchado esa mañana”….

Tuesday, July 09, 2013

A veces pienso que tú, a veces, piensas en mí,


A veces pienso que tú, a veces, piensas en mí,

no como yo, cuando soy tu en el espejo,

pero si como tu cuando me hablas muy adentro.

Muchas veces pienso en ti, y que tu, a veces,

piensas en mi, imagen borrosa en el arcén

de la carretera al limbo del silencio.

No como yo, ausencia perdida en la niebla,

bruma insomne del que no quiere partir.

 

Siempre pienso que tú, a veces, piensas en mí,

no como yo, vaguedad, atisbo de dolor en tu pecho.

El vacio se cierne sobre los parpados cerrados

con olor a papayas maduras y fritanga de plátanos.

Quiero pensar que tú, a veces, piensas en mí,

No como yo, cuando soy como tu bajo la lluvia

esperando el rescate del barco que nunca llega,

sin barca, sin remos, en la isla de San Simón,

por amor: "moriré hermosa en el mar mayor".

 

Quiero pensar que tú piensas en mí, a veces,

no como yo, cuando soy tu en el campo, de romería,

bailando con amigos e invocando brujerías

al compas de las sombras fugaces en la playa,

al compas de las olas o los corazones.

 

Sueño que tú, a veces, piensas en mi,

no como yo, cuando soy tu, perdido en la ciudad

habitada por cuatro millones de cadáveres,

con el olor de cuatro millones de cuerpos descompuestos,

con la violencia de cuatro millones de iras,

que no saben que están muertos, que están de pie

por la inercia del momento; velocidad sin fin y sin motivo.

 

Pienso que tú, a veces, piensas en mí, a veces,

no como yo cuando soy tu, atesorando miles de libros

de desconocidos países, si es que existen;

atesorando miles de videos extraños realizados

por extrañas personas que juegan a crear vida,

atesorando miles de prendas de vestir

inútiles en el camino por donde vamos.

A veces, pienso que tú, a veces, piensas en mí,

no como yo cuando soy tu vacio y estoy ausente.

Muchas veces, pienso que tú, muchas veces, piensas en mí,

no como yo cuando soy tu ira y tu silencio

Saturday, July 06, 2013

Grandes mujeres: Maria de la O Lejárraga García.


Maria de la O Lejárraga García.

 

Escritora española (San Millán de la Cogolla, 1874- Buenos Aires, 1974). Mas conocida por Maria Martínez Sierra, apellidos de su marido. Actualmente se le considera una de las grandes dramaturgas españolas de la época, al haberse descubierto que ella era la autora de las obras teatrales de gran éxito y de los demás escritos que se publicaban a nombre de su marido. Todo empezó con su primera obra, "Cuentos breves-1899" que no se la publicaron por no era bien visto que una mujer escribiera.

 

Fiel defensora del feminismo militante y del socialismo, fue una de las primeras mujeres diputadas de la Segunda Republica. Tuvo que exiliarse tras la guerra civil, primero a Francia, donde tuvo problemas con los nazis, y luego a América, pasando graves problemas económicos, pues no se le reconocían los derechos de autor de las obras de marido.

 

Con su nombre publico: "Cartas a las mujeres de España-1916", "Una mujer por los caminos de España-1934" y "Gregorio y yo-1952".

 

Con el nombre de su marido publico obras como: "La torre de marfil-1908", "Canción de cuna-1911" y el libreto de "La vida breve", de Falla.

Wednesday, July 03, 2013

Mara y su cita.


Mara y su cita.

 

El jueves pasado tuve que ayudar a Mara con sus deberes. Tenia muchos y le costaba hacerlos por esa manía, que tienen todos las crías, de hacer los ejercicios primero y después estudiar la lección; claro, no saben la lección y quieren hacer los ejercicios a voleo, inventando soluciones a cual mas disparatada. Así que allí nos veíais, dale que te pego toda la santa tarde.

 

En un descanso para merendar, Mara, se puso seria y...:

 

-Me dejaras mañana quedar con una amiga, por la tarde, ¿verdad? Tenemos después un largo fin de semana. Papa me dijo que por el no había problema, es mas, que me convenía empezar a salir y relacionarme con las amigas.

 

-Si el te dijo eso no pondré problemas, pero tendrás que venir temprano, a una hora adecuada. Le contesté extrañada de que su padre le hubiese contestado afirmativamente, en vez de dejarme, como siempre, la responsabilidad del tema.

 

-¿A que hora quieres que vuelva? Vamos a quedar en la puerta del colegio, pues ella vive un poco mas lejos y del otro lado.

 

-A las ocho me parece buena hora para que estés de vuelta en casa.

 

-¿No puede ser a las ocho y media? Replicó Mara, muy rápido para mi gusto.

 

-Mara, no hay discusión. Si quieres quedar con tu amiga a las ocho de vuelta y se acabó. Le conteste ya un poco mosca.

 

-Bueno, bueno, no es para tanto. La voy a llamar. ............................

¡Hola! Soy Mara. A mi me dejan salir mañana, ¿y tu?............ ¡Que vas ha hablar con tu madre!... Bueno, pues ¿Qué te dice?... ¡Que si!...Estupendo, en el parque de la tirolina a las cinco y media…. Mi móvil ya lo tienes, creo. Bueno. Adiós.

 

-Mara, vamos a trabajar. Le corte lo antes posible y a seguir.

 

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Por la noche, en la cena, Mara comió con desgana, mas apática que de costumbre y con algo, no sabia que, que le roía en la cabeza. Hablamos de cosas nimias, del otoño que se avecinaba y de que había que comprar alguna ropa de abrigo para Mara. Esta, constantemente miraba a su padre intentando entrar en algo que yo no comprendía muy bien. Al final y aprovechando que salí del comedor, en voz baja se dirigió a su padre:

 

-¡Papa! ¿Sabes? Mañana voy a salir con una amiga. Mama me ha dejado con la condición de volver a las ocho.

 

-Me parece muy bien si tu madre te ha dejado. -Le contesto su padre.- ¿con quien sales?

 

-Con Natalia, es una buena chica de la clase del B.

 

-¡Ah! ¿No es de tu clase?

 

-¡No! Pero me llevo muy bien con ella. Muy normalita, muy maja.

 

-No, solo que me extraña que salgas con una amiga de la otra clase y no con una de tu propia clase.

 

-¡Ya! pero mejor así; yo me llevo muy bien con ella y en los recreos jugamos siempre juntas.

 

-Así que mama te ha dejado. ¡Que raro! ¿No te puso un montón de problemas? Incidió el padre de Mara.

 

En esto, ya intervine yo, que estaba escuchando la conversación desde el dintel de la puerta, muy mosqueada, y dirigiéndome al padre de Mara.....

 

-¿Pero no le habías dejado tu?........................... Mara me dijo que había hablado contigo y que no solo no le ponías ningún problema, sino que la habías animado a salir con amigas; por eso, y solo por eso, yo le dije que si.

 

-Es la primera vez que me habla de esta salida. Me contesto, al tiempo los dos miramos a Mara con los ojos muy abiertos y simultáneamente:

 

-¡MARA! ........

 

-Bueno, lo fundamental es que me habéis dejado. No podéis arrepentiros ahora que la he llamado. Ya hemos quedado y ella hablo ya con sus padres..... ¡Porfa...!

 

Sonreímos ante la pillería de la niña, desarmados y vencidos. La bronca y el castigo posterior fue otra cosa, sin negociar.