Diario.
Oigo el aspirador en la habitación cercana.
Mi hijo ha salido a comprar el pan
con mascarillas, guantes y gafas...
Las sabanas tiradas a pie de la lavadora
llenas de arrugas y viejo calor,
llenas de olor viejo... y humanidad.
El fuego de la cocina esta encendido.
La olla con la coliflor hace pluf pluf pluf...
Tras las ventanas veo las calles desiertas,
solo polvo, y fantasmas que se alejan.
Ulula un viejo coche llenando todo
de extrañas luces estrambóticas...
En la tele encendida y solitaria
solo hablan de infectados, muertes y cifras...
"Nadie hay más rico que yo.
No se compra con dinero
la juventud y el Amor..."
Mi hijo regresa con cinco barras de pan
y una de pan de torrijas. Promete.
Semanas de sacrificios, de dolor,
de soledades y cansancio. Miedo.
Ausencias forzadas...
Añoranzas debidas...
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