I.- Suenan desaforadas las citaras
Mientras el
rojo pájaro de fuego
Cansado
sobrevuela oscuro mar…
II.- Cantan
vibrantes las gargantas, son
Abiertas,
degolladas al pie, rojo,
De la grave
bestia de los mil ojos…
III.- Las piernas baten en sonoro ritmo
Tambores esperan
el momento álgido
De crueles
torturas en los infiernos…
IV.-
Lamentos en el aire enfebrecido
Fontanas de
sangre inmunda en la alcoba
Trompetas
gritan al vino de vida.
V.- Avejentados
silentes aguardan
Bajo losas
de cemento, cosidos
Los labios,
que termine el sacrificio….
VI.- Las
victimas aguardan sollozando
La llegada
poderosa del ángel
Que los
entregue a las lamentaciones
VII.- Un
ángel llora, encadenado al muro
Con las alas
amputadas, tiradas
En el
fragante suelo de cenizas.
VIII.-
Ciclópeas murallas se alzan del mar,
Inmensas,
avanzan inmisericordes
Despojando a
la tierra de su ciudades
IX El sol se
vela con velos del llanto
Por los
inocentes cercenados, muertos,
Llagados. La
tierra tiembla con miedo
X Riega con
sangre los ríos pútridos
Sumergiendo
bocas desesperadas…
Cuatro
jinetes desenfrenados
XI El blanco
arquero traslucido de victorias…
La roja
guerra con su espada degollado,
El hambre
negra con su pesada del pan
La muerte
amarilla con su guadaña siniestra…
XII ¡Quién,
quien podrá luchar contra ellos! ¿Quién?
¡Quien,
quien no se esconderá de los cielos!
¡Quien,
quien no rasgara sus vestiduras
Y se
arrancara rápido los ojos!